Ruth Macarrón
Preguntas
¿Qué es el balón gástrico y para quién es recomendable?
Es una técnica idónea para pacientes con los que no funcionan las dietas

Este método ideado para bajar de peso se ha hecho muy popular en los últimos años. Recomendado para personas con sobrepeso u obesidad que no han conseguido adelgazar con otros métodos menos invasivos, sus resultados son buenos a corto y medio plazo. Te contamos en qué consiste y si puede ayudarte.
Qué es un balón gástrico
También conocido como balón intragástrico o globo intragástrico, el balón gástrico es un dispositivo con forma de globo relleno de una solución salina que se introduce en el estómago mediante un procedimiento similar a la endoscopia. El objetivo es dar sensación de plenitud al paciente, que se sienta lleno antes y por tanto, reduzca la cantidad de alimento en cada comida.
El procedimiento es bastante sencillo, se realiza de manera ambulante mediante sedación y el paciente puede volver a casa en el mismo día de la intervención. Tradicionalmente, el balón gástrico se ha de llevar alrededor de los seis meses, aunque algunos pueden dejarse hasta un año.
Para quién es adecuado el balón gástrico
El balón gástrico se recomienda a pacientes que quieren perder más de 12 kilos de peso, que tienen un sobrepeso elevado u obesidad, y que quieren mejorar su salud evitando las posibles complicaciones derivadas de ésta. Es adecuado para personas que no han podido bajar de peso mediante dieta o ejercicio, o que recuperan muy rápidamente la bajada tras abandonar la dieta.
Aun así, la eficacia del balón gástrico depende en gran parte del paciente y del compromiso de éste para adoptar un cambio en su alimentación y su estilo de vida. Es imprescindible el seguimiento con médicos y nutricionistas durante el tratamiento, así como introducir el deporte en el día a día.
Riesgos del balón gástrico
La técnica del balón gástrico es bastante segura. El procedimiento para colocarlo y retirarlo es muy sencillo, y principal problema que puede aparecer es el deshinchado espontáneo del balón, que suele eliminarse de manera natural por las heces y rara vez necesita una intervención. Los efectos adversos (vómitos, malestar intestinal) son leves y suelen remitir a los pocos días, y rara vez impiden la finalización del tratamiento.