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Cómo identificar la pseudodemencia depresiva en los mayores

Teresa Rey

Foto: Bigstock

Viernes 3 de enero de 2020

6 minutos

Presenta síntomas propios del proceso de demencia junto a elementos característicos de la depresión

Cómo identificar la pseudodemencia depresiva en los mayores
Teresa Rey

Foto: Bigstock

Viernes 3 de enero de 2020

6 minutos

La pseudodemencia depresiva presenta por un lado síntomas propios del proceso de demencia junto a las alteraciones psicológicas de una depresión. No se considera una demencia en sí, sino que es una enfermedad con sintomatología de déficit cognitivo asociada a un trastorno psiquiátrico que en el 75% de los casos es una depresión. No obstante, hay que tener en cuenta que la pseudodemencia no siempre se da junto a esta. Sus características hacen que sea más frecuente en personas mayores y su singularidad provoca en ocasiones problemas de diagnóstico.

A veces se confunde

La principal manifestación es el deterioro cognitivo, pero que viene precedido por alteraciones previas del estado anímico que darán lugar a un estado depresivo en el que se impondrán la apatía y el aislamiento. Después se apreciarán trastornos de los distintos tipos de memoria, falta de concentración, confusión, desorientación tempo-espacial o alteraciones del juicio. El comportamiento se ve modificado, y a su vez se produce una pérdida de habilidades sociales e inactividad.

En el caso de las personas mayores, el problema principal estriba en que en ocasiones se confunde con una demencia y esto conlleva que no se realice un diagnóstico adecuado. Es aquí cuando los facultativos deben establecer de forma correcta en sus análisis las diferencias clínicas entre estos pacientes, pues en el caso de padecer pesudodemencia y no ser detectada, el tratamiento inadecuado e inefectivo puede mermar la calidad de vida de estos afectados de forma sustancial; además de una mayor morbimortalidad médica y psiquiátrica, un incremento del deterioro funcional, una carga sobre los familiares que probablemente tengan que hacer frente a situaciones que no saben manejar o un uso de los servicios y gastos sanitarios inapropiado, entre otros.

Para no incurrir en este error es necesario realizar un diagnóstico diferencial dado que existen matices que pude hacer distinguir una demencia de una pseudodemencia que surge a consecuencia de una depresión. En este último caso, el estado anímico del paciente se halla tan alterado que es lo que va a provocarle una modificación en su funcionamiento cognitivo. En algunos casos, se ha comprobado que esta situación acaba derivando en un problema de demencia real, y en otros simplemente en un cuadro depresivo. No obstante, respecto a estas últimas afirmaciones no hay nada concluyente pues no se han efectuado suficientes investigaciones como para justificar una derivación u otra y qué motivos puede haber detrás.

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Analizar bien los síntomas

La cuestión es que para llegar a saber con exactitud qué le pasa al paciente es necesario analizar los síntomas, dicen los expertos. La psiquiatra Silvana Setti matiza que hay que centrarse en el inicio de la sintomatología y en los problemas cognitivos que perduran en el paciente. Este tipo de demencia es más fácil de detectar en sus comienzos porque las manifestaciones comportamentales y cognitivas es lo que más llaman la atención del entorno familiar. Este es el que primero puede apreciar las anomalías por los cambios exagerados de comportamiento que se producen en el enfermo y que llamarán la atención entre sus familiares o amigos, aunque la experta indica que no siempre sucede así.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que en un cuadro de demencia de alzhéimer el deterioro cognitivo es lento y no está bien delimitado. Cosa que no sucede en el caso que nos ocupa cuyo comienzo es bien claro y rápido, y el paciente es plenamente consciente de que posee una enfermedad. Algo que por ejemplo no sucede en los estadios iniciales del alzhéimer, cuyos pacientes se muestran malhumorados, mientras que en la otra condición se presentan más bien tristes y apáticos.

En la pseudodemencia la atención se mantiene, al igual que no hay problemas con el lenguaje, cosa que sí ocurre en la otra patología. En cuanto a la memoria a corto y medio plazo, se presentan alteraciones pero no al mismo nivel que la demencia. Por ejemplo, en el primer caso los fallos de memoria están más vinculados a vivencias del pasado, mientras que el segundo las pérdidas de memoria graves se relacionan con hecho recientes.

Los síntomas depresivos aparecen antes que el deterioro cognitivo cosa que en la demencia suelen surgir después. Además, estos pacientes se quejan de lo que les sucede y en ocasiones no se muestran cooperantes, de modo que suelen contestar con un “no sé” a muchas de las preguntas de los expertos y en líneas generales esta situación les genera ansiedad.

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Evolución y tratamiento

Según Setti, el diagnóstico de este tipo de demencia se tiene que sustentar, por tanto, en la clínica manifestada, en la reacción del paciente al tratamiento depresivo y en cómo va evolucionando.

La pseudodemencia depresiva responde bien al tratamiento para tratar la depresión. Cuando esta se aborda, los trastornos cognitivos comienzan a mejorar. Del mismo modo, se puede complementar con otras terapias e incentivar a que el afectado realice actividades que le relajen como puede ser el yoga o aprender técnicas de delegación que le ayuden a disminuir el estrés y las situaciones ansiosas que le provoca su estado.

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Teresa Rey

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