Salud

El sexo en la tercera edad: problemas comunes de las personas mayores

Antonio Castillejo

Lunes 7 de octubre de 2019

13 minutos

El proceso natural del envejecimiento trae consigo cambios físicos tanto en hombres como en mujeres

La actividad sexual influye en una mejora de la memoria, según un estudio
Antonio Castillejo

Lunes 7 de octubre de 2019

13 minutos

El estadounidense National Institute on Aging ha publicado un estudio sobre la sexualidad de las personas mayores en el que explica cómo con el envejecimiento puede continuar existiendo el deseo de mantener una vida sexual activa y satisfactoria, y que esto puede significar tener que adaptar la actividad sexual para amoldarse a los cambios físicos, de salud y de otro tipo. La expresión de su sexualidad podría incluir muchos tipos de contacto íntimo o estimulación, aunque también hay personas mayores que optan, y esto también es absolutamente normal, por abandonar cualquier tipo de la actividad sexual. En cualquier caso, existen una serie de problemas comunes a los que los adultos mayores pueden enfrentarse a la hora de vivir su sexualidad.

Cambios normales

Pareja mayor enamorada.

El proceso natural del envejecimiento trae consigo cambios físicos tanto en los hombres como en las mujeres, cambios que, en ocasiones, afectan a la capacidad de tener y disfrutar de relaciones sexuales.

Una mujer puede notar cambios en su vagina. A medida que las mujeres envejecen, la vagina puede acortarse y estrecharse. Las paredes vaginales pueden volverse más delgadas y un poco más rígidas. La mayoría de las mujeres tendrán menos lubricación vaginal, y puede tardar más tiempo en que la vagina se lubrique naturalmente. Estos cambios podrían hacer que ciertos tipos de actividad sexual, como la penetración vaginal, sean dolorosos o menos deseables. Si la sequedad vaginal es un problema, usar un lubricante o preservativos lubricados puede hacer que la penetración sea más cómoda. Si una mujer está usando terapia hormonal para tratar los calores súbitos, los típicos sofocos, u otros síntomas de la menopausia, es posible que desee tener relaciones sexuales con más frecuencia que antes de comenzar la terapia.

A medida que los hombres envejecen, la impotencia sexual, también llamada disfunción eréctil, se vuelve más común.Esta disfunción es la pérdida de la capacidad de lograr y mantener una erección o bien puede hacer que un hombre tarde más en lograr una erección. Su erección puede no ser tan firme como solía ser. La pérdida de la erección después del orgasmo puede ocurrir más rápidamente, o puede tardar más tiempo antes de que otra erección sea posible. La disfunción erectil no es ningún problema si sucede de vez en cuando, pero si ocurre con frecuencia es necesario acudir al médico.

Para una relación de pareja es muy importante hablar sobre estos cambios y sobre cómo se está sintiendo cada miembro de la misma y siempre hay que tener presente que un médico puede tener sugerencias para ayudar a que las relaciones sexuales sean más sencillas y satisfactorias.

¿Qué causa los problemas sexuales?

Pareja mayor enamorada

Algunas enfermedades, discapacidades, medicamentos y cirugías pueden afectar la capacidad de tener y disfrutar de las relaciones sexuales.

Entre las enfermedades nos encontramos con que el dolor en las articulaciones debido a la artritis puede hacer que el contacto sexual sea incómodo. El ejercicio, los medicamentos y posiblemente la cirugía de reemplazo de articulaciones pueden ayudar a aliviar este dolor. Descansar, baños tibios y cambiar la posición o el momento de la actividad sexual pueden ser también actitudes útiles. El dolor puede interferir con la intimidad entre las personas mayores. El dolor crónico no tiene porqué ser necesariamente parte del envejecimiento y a menudo puede ser tratado. Sin embargo, algunos medicamentos para este dolor pueden interferir con la función sexual. Siempre es necesario consultar con el médico sobre los efectos secundarios de cualquier medicamento.

Por otra parte, algunas personas con demencia muestran un mayor interés en la sexualidad y la cercanía física, pero es posible que no puedan juzgar qué comportamiento sexual es apropiado, incluso las personas con demencia severa pueden no reconocer a su cónyuge o pareja, pero aún así desean tener contacto sexual. Puede ser confuso y difícil saber cómo manejar esta situación. En este caso también puede ser útil consultar el problema con un médico o trabajador social especializado en el cuidado de personas con demencia.

La diabetes es una de las enfermedades que pueden causar disfunción eréctil en algunos hombres. En la mayoría de los casos, el tratamiento médico puede ayudar. Se sabe menos sobre cómo la diabetes afecta a la sexualidad de las mujeres mayores. Las mujeres con diabetes son más propensas a tener infecciones vaginales por hongos que las cuales pueden causar picazón e irritación y hacer que las relaciones sexuales sean incómodas o indeseables. No obstante, las infecciones por hongos pueden ser farmacologicamente tratadas.

El estrechamiento y endurecimiento de las arterias, la enfermedad cardiaca, puede cambiar los vasos sanguíneos de manera tal que la sangre no fluye libremente. Como resultado, los hombres y las mujeres pueden tener problemas con los orgasmos. Tanto hombres como mujeres pueden necesitar más tiempo excitarse, y para algunos hombres, puede ser difícil lograr o mantener una erección. Las personas que han tenido un ataque al corazón, o sus parejas, pueden temer que tener relaciones sexuales cause otro ataque. Aunque la actividad sexual generalmente es segura, siempre hay que seguir los consejos del médico. Si los problemas cardíacos empeoran y surge dolor en el pecho o dificultad para respirar incluso mientras se descansa, es posible que el médico considere necesario cambiar el tratamiento recetado.

La incontinencia, la pérdida del control de la vejiga o el escape de orina es más común a medida que las personas, especialmente las mujeres, envejecen. La presión extra en el vientre durante las relaciones sexuales puede causar un escape de orina. Cambiar las posiciones o vaciar la vejiga antes y después de las relaciones sexuales puede ayudar con esa situación. La buena noticia es que la incontinencia generalmente puede ser tratada.

La capacidad de tener relaciones sexuales a veces se ve afectada por un derrame cerebral. Un cambio en las posiciones o algunos dispositivos médicos puede ayudar a las personas con debilidad continua o parálisis a tener relaciones sexuales. Algunas personas con parálisis de la cintura para abajo aún pueden alcanzar orgasmos y sentir placer.

La falta de interés en las actividades con las que antes se solía disfrutar, como la intimidad y la actividad sexual, puede ser un síntoma de depresión. A veces es difícil para una persona saber si está deprimida, por eso es fundamental consultar con un médico porque, además, la depresión puede ser tratada.

A muchos de nosotros nos preocupa tener cualquier tipo de cirugía y puede ser aún más problemático cuando se trata de los senos o del área genital. Sin embargo, la mayoría de las personas vuelven al tipo de vida sexual que disfrutaban antes de la cirugía.

La histerectomía es la cirugía utilizada para extirpar el útero de una mujer por dolor severo, sangrado, fibromas u otras razones. A menudo, cuando una mujer mayor sufre una histerectomía, también se le extirpan los ovarios. Decidir si someterse a esta cirugía puede hacer que las mujeres y sus parejas se preocupen por su futura vida sexual es algo que debe consultarse con el ginecólogo o cirujano.

La mastectomía es la cirugía empleada para extirpar todo o parte del pecho de una mujer a causa de un cáncer de mama. Esta cirugía puede ocasionar que algunas mujeres pierdan interés por la sexualidad, o puede hacer que se sientan menos deseables o atractivas para sus parejas. Además de hablar con el médico, a veces es también muy recomendable hablar con otras mujeres que se han sometido a esta cirugía y lo mismo se recomienda también para los hombres. En cualquier casoo, si se toma la decisión someterse a una reconstrucción de pecho, deberá consultarse siempre con un oncólogo.

La prostatectomía es la cirugía que extirpa toda o parte de la próstata de un hombre a consecuencia de un cáncer o una próstata agrandada. Puede causar incontinencia urinaria o disfunción eréctil. Si es necesario realizar esta operación se deberá consultar con el urólogo sobre sus posibles efectos antes de la cirugía.

Algunos medicamentos también pueden causar problemas sexuales. Es el caso de algunos medicamentos recetados para la presión arterial, antihistamínicos, antidepresivos, tranquilizantes, medicamentos para la enfermedad de Parkinson o para el cáncer, supresores del apetito, medicamentos para problemas mentales y medicamentos para las úlceras. Algunos pueden conducir a la disfunción eréctil o dificultar la eyaculación en los hombres. Otros pueden reducir el deseo sexual en las mujeres o causar sequedad vaginal o dificultad en lograr excitación y orgasmos. Una vez más es necesario consultar al médico para averiguar si hay un medicamento diferente que no tenga este efecto secundario.

Por último, conviene recordar que la ingesta excesiva de alcohol puede causar problemas de erección en los hombres y retardar el orgasmo en las mujeres.

La edad no protege 

Pareja mayor enamorada

La edad no protege de las enfermedades de transmisión sexual. Las personas mayores que son sexualmente activas pueden estar en riesgo de contraer enfermedades como sífilis, gonorrea, infección por clamidia, herpes genital, hepatitis B, verrugas genitales y tricomoniasis.

Casi cualquier persona que sea sexualmente activa también corre el riesgo de contraer VIH, el virus que causa el SIDA. De hecho, el número de personas mayores con VIH/SIDA está aumentando. Cualquiera puede convertirse en población de riesgo de contraer VIH/SIDA si se tiene más de una pareja sexual, si se mantienen relaciones sexuales sin protección, o si se comparten agujas o jeringillas. Para protegerse es imprescindible utilizar siempre preservativos durante las relaciones sexuales que incluyan penetración vaginal o anal.

Es absolutamente necesario hablar con el médico sobre las formas de protegerse de todas las enfermedades e infecciones de transmisión sexual, hacerse chequeos y pruebas con regularidad y hablar abiertamente de este tema con la pareja. Una persona nunca es demasiado mayor para encontrarse en una situación de riesgo.

El papel de las emociones

A menudo la sexualidad es un delicado equilibrio de cuestiones emocionales y físicas. La manera en la que una persona se siente puede afectar a lo que puede hacer y lo que quiere hacer. Muchas parejas mayores encuentran mayor satisfacción en su vida sexual que cuando eran más jóvenes. En muchos casos, tienen menos distracciones, más tiempo y privacidad, no se preocupan por un posible embarazo y disfrutan de una intimidad mayor con una persona que ha sido su pareja de por vida.

A medida que envejecemos, nuestros cuerpos cambian, incluyendo nuestro peso, piel y tono muscular, y algunos adultos mayores no se sienten muy cómodos con sus cuerpos envejecidos. Las ppersonas mayores, tanto los hombres como las mujeres, pueden preocuparse de que sus parejas ya no los encuentren atractivos. Los problemas sexuales relacionados con el envejecimiento como los mencionados anteriormente pueden causar estrés y preocupación que dificultan que una persona disfrute de una vida sexual plena.

Las parejas mayores enfrentan las mismas tensiones diarias que afectan a las personas de cualquier edad. También pueden conllevar preocupaciones adicionales de enfermedad, jubilación y cambios en el estilo de vida, todo lo cual puede ocasionar dificultades sexuales. Es necesario hablar sincera y claramente de esto con la pareja y tratar de no culparse a sí mismo o culpar a su pareja. También puede ser útil acudir a la consulta de un terapeuta, ya sea solo o en pareja. Muchos terapeutas están especializados en prestar ayuda a personas con problemas sexuales. Si se sienten cambios en la actitud de la pareja hacia las relaciones sexuales no hay que asumir que es porque ya no está interesada ​​en la otra parte o en una vida sexual activa. De nuevo, una conversación clara y directa al respecto es muy necesaria. Muchas de las situaciones que causan problemas sexuales en los adultos mayores pueden ser remediadas.

¿Qué hacer?

Pareja de mayores enamorados

Hay cosas que uno mismo puede hacer por sí mismo para lograr una vida sexual activa y placentera. Si se tiene una pareja con la que ha estado durante muchos años hay que darse tiempo para disfrutar el uno del otro y para entender los cambios que ambos se están enfrentando.

No hay que sentir ningún temor por consultar con un médico cualquier problema que afecte a la vida sexual. Es el médico quien puede sugerir un tratamiento. Por ejemplo, la dificultad sexual más común en las mujeres mayores es el coito doloroso causado por la sequedad vaginal. El médico o un farmacéutico pueden sugerirle que utilice lubricantes o humectantes vaginales. Los lubricantes son útiles cuando se necesitan para hacer que el sexo sea más cómodo. Los humectantes se usan regularmente, cada 2 o 3 días. Y, por supuesto, el médico puede sugerir un tipo de estrógeno vaginal.

Si el problema es la disfunción eréctil, a menudo se puede manejar y quizás incluso revertir con medicamentos u otros tratamientos. Hay píldoras que pueden ayudar, pero no deben ser utilizadas por hombres que toman medicamentos que contienen nitratos, como la nitroglicerina. Hay que tener cuidado con los efectos secundarios de este tipo de fármacos y también con los suplementos dietéticos o herbales que prometen tratar la disfunción eréctil. Siempre hay que consultar al médico antes de tomar cualquier hierba o suplemento.

Los problemas físicos pueden cambiar la vida sexual a medida que envejece. Si se es soltero, salir y conocer gente nueva puede ser más fácil más tarde en la vida cuando se está más seguro de uno mismo y de lo que quiere. Si se mantiene una relación, la pareja puede descubrir nuevas formas de estar juntos a medida que envejece. Puede sorprender, pero las muestras de cariño, como abrazarse, besarse, tocarse y pasar tiempo juntos, pueden ser justo lo que se necesita, o también pueden ser un camino hacia una mayor intimidad y relaciones sexuales.

Sobre el autor:

Antonio Castillejo

Antonio Castillejo

Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.

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