La vitamina D juega un papel fundamental para la buena salud de nuestro organismo. Es imprescindible para la correcta asimilación tanto del calcio como del fósforo y, por tanto, esencial en la prevención y tratamiento de las afecciones óseas como la osteoporosis. También es importante para el sistema nervioso y muscular, y completamente esencial para el funcionamiento del sistema inmunológico. Además, ahora se sabe que tener un déficit de vitamina D está relacionado con el sobrepeso y la obesidad.
Según algunos estudios publicados recientemente, las personas con sobrepeso y obesidad parecen tener más probabilidades de tener un nivel bajo de vitamina D, en comparación con las personas con un Índice de Masa Corporal (IMC) normal. En uno realizado con mujeres se halló que aquellas que tomaron vitamina D perdieron 2,7 kg de grasa en 12 semanas, en comparación con los 0,5 kg que bajó el grupo que tomó placebo de la mencionada vitamina. Cabe destacar que las que adelgazaron perdieron grasa, pero no mucho peso corporal, pues también subieron 1,4 kilos de músculo.
Otra revisión de 11 estudios sugirió que tomar suplementos de 625 a 15 000 mcg de vitamina D mensualmente durante alrededor de doce meses puede reducir el IMC y la circunferencia de la cintura en personas con sobrepeso u obesidad.
Vistos sus beneficios para la salud y su relación con el sobrepreso, conviene recordar que tenemos dos fuentes en las que lograr la aportación de vitamina D que necesitamos. La primera es el sol, con sus rayos ultravioleta; por lo que este año, debido al confinamiento por el coronavirus, nos hemos visto privada de ella durante varios meses. La segunda es a través de algunos alimentos donde también se encuentra.
Los médicos recomiendan que cada día una persona mayor de 70 años debe tomar hasta 20 microgramos de vitamina D, el doble que las personas adultas más jóvenes. En un informe publicado por la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) se indica que en España se han observado concentraciones bajas de esta vitamina en más del 80% de las personas mayores de 65 años y en un 40% de la población menor de esta misma edad.
Sabemos que hay alimentos donde encontrar la vitamina D, que es interesante conocer, mientras que la posibilidad de recurrir a suplementos tendrá que valorarla el médico. Desde la SEEN aseguran que son pocos los alimentos que tiene altas concentraciones de esta vitamina, pero aun así los hay. El salmón tiene 360 UI, la caballa 345 UI, la sardina en lata 245 UI y el atún 145 UI. En menores cantidades la podemos encontrar en los huevos o las leches enriquecidas, entre otros.
