Ismael Páez Cívico (CESES): "Hay mucho trabajo que hacer todavía para reconocer el talento sénior"

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La defensa del talento sénior no sólo debe llevarse a cabo a nivel nacional. Es una lucha que tiene que darse también a nivel europeo. Así lo entiende el executive coordinator de la Confederación Europea de Servicios Expertos Sénior (@ceses_eu), Ismael Páez Cívico, quien opina que, por lo general, la sociedad europea no valora lo suficiente todo lo que aportan los profesionales de más edad. "Hay mucho trabajo que hacer todavía", reconoce. 65YMÁS ha conversado con Páez Cívico para conocer más de cerca cómo funciona CESES –representa a nivel europeo a SECOT (@Secot_)– y cuáles son sus principales objetivos.

PREGUNTA - Para quienes no lo conozcan, ¿qué es CESES?

RESPUESTA - Somos la Confederación Europea de Servicios Expertos Sénior, una red a nivel regional que conecta a voluntarios expertos sénior, es decir, gente, por lo general jubilada o prejubilada, con 20, 30 o 40 años de experiencia en un sector específico, que quieren compartir su conocimiento y sabiduría con personas jóvenes, haciendo mentorías y dando apoyo a pymes, cámaras comercio e incluso municipios. 

P.- ¿Por qué crearon una organización a nivel europeo?

R.- En los años 90, la Unión Europea coordinó un proyecto para ayudar a empresas en países en desarrollo y buscaban a gente experta voluntaria. En ese momento, cuatro o cinco de nuestras organizaciones fundadoras contactaron con la UE y comentaron que podrían ayudarles. Les respondieron positivamente, pero les pidieron tener un solo interlocutor a nivel regional. Así que se pusieron de acuerdo y fundaron CESES. Luego, la confederación se ha ido agrandando hasta 18 organizaciones. 

Ismael Páez Cívico, executive coordinator de @ceses_eu: "Queremos involucrar a los voluntarios sénior y que sean más activos en la sociedad"#SENT2023 @Secot_ @fundacionTef @barbarareyactis pic.twitter.com/Ta01sWFZgx

— 65YMÁS (@65ymuchomas) November 15, 2023

P.- ¿Qué labor realiza CESES en la actualidad?

R.- Nos basamos en tres ejes de acción principales. Primero, conectamos a todos los miembros nacionales, para que haya sinergias entre ellos. En segundo lugar, hacemos coordinación de proyectos con fondos de 'Erasmus +', como por ejemplo Mentoring Cross Borders, una plataforma online con expertos sénior y jóvenes. Y nuestro tercer eje es de contacto con los diferentes organismos europeos para que se garantice el derecho de las personas jubiladas o prejubiladas a ser miembros activos de la sociedad y se destinen los fondos necesarios para ello. Luego, también tenemos un cuatro objetivo, en desarrollo: conectarnos a nivel internacional. 

P.- ¿Cómo ve la situación del voluntariado experto sénior en Europa?

R.- El panorama es complejo. 2011 fue el año europeo del voluntariado y 2012 el de la colaboración entre generaciones. La mayoría de políticas se hicieron en esa época, pero, en los últimos años, todo ha estado muy paralizado –no así en la esfera de la sociedad civil–.

Ahora bien, en la actualidad, estamos viendo que una de las prioridades de la UE es hacer frente al envejecimiento y vuelven a dar importancia al contacto intergeneracional, aunque todavía no es uno de sus pilares. De momento, hablan de digitalización, transición verde e inmigración y en CESES tocamos estas tres temáticas transversalmente por parte de nuestros expertos. 

De izquierda a derecha, Fernando Sobrini, presidente de SECOT (voluntarios sénior en España), Doris Bandin, vicepresidenta de CESES e Ismael Páez Cívico, executive coordinator de CESES. 

 

P.- ¿Existiría la posibilidad de hacer un programa tipo Erasmus pero a nivel empresarial, con voluntarios expertos desplazándose a otros países?

R.- No existe. Nosotros lo hacemos con nuestros miembros. Es más, tenemos muchas ONGs que lo realizan con asiduidad. Por ejemplo, en el caso holandés, su principal dedicación es mandar a expertos al extranjero, a Asia, África o América Latina, para el desarrollo de pymes, cámaras de comercio o administraciones.

Pero a nivel europeo, no hay muchos programas. Existe uno que se llama Cuerpo Europeo de Solidaridad, pero sólo está abierto a personas de unos 30 años. Es algo por lo que luchamos, por que los sénior tengan acceso a estos proyectos a los que, por cierto, no pudieron apuntarse de jóvenes. Trabajamos con el Centro Europeo de Voluntariado para lograrlo. 

P.- ¿Qué países son más punteros en voluntariado experto sénior?

R.- En Europa, aparte de la española SECOT, claro, Alemania lo hace excepcionalmente. Cuentan con unos 12.000 voluntarios activos y tienen muy buena colaboración con el Gobierno, que es algo que hay que tener en cuenta. Si tuviera que decir varios países referentes, serían: Francia, Alemania, Países Bajos y Austria.

Luego, existen países, en los cuales, la organización hace un buen trabajo, pero no cuentan con una asistencia suficiente de las instituciones y no se pueden expandir.

Ahora, estamos intentando expandirnos al Este. Allí existen organizaciones de personas sénior, pero el voluntariado y el envejecimiento activo no son su pilar principal. Nosotros les ayudamos para que esta realidad cambie. 

P.- ¿Qué aporta el voluntariado experto sénior?

R.- Mucho. Para el voluntario, que suele estar jubilado o prejubilado, es bueno para salud, porque es una forma de envejecimiento activo.

Por otra parte, a nivel económico, no es lo mismo que una persona joven abra una empresa sola, con todas las complicaciones que tiene, a que lo haga con ayuda de un mentor sénior.

Además, por mi experiencia, a todos les encanta compartir su experiencia y dársela a las siguientes generaciones. Así que también desde el punto de vista psicológico es bueno.

Y a nivel laboral, se genera más trabajo y se crea valor añadido. No tenemos que verlo desde un punto de vista cínico, como que los mayores van a decir a las personas jóvenes qué tienen que hacer. No. Dar consejos u órdenes son cosas diferentes. Lo que hacemos es evitar que se desaproveche un conocimiento que, si no, se perdería. 

P.- ¿Cualquiera vale en el voluntariado sénior?

R.- Todas las profesiones valen, ya sea industria, economía, política, telecomunicaciones, marketing..., todo entra, un panadero, un cocinero, un conductor de un transporte, un agricultor, un profesor, un coach, un veterano militar, un político...   

P.- ¿Qué opinión le merece que algunas empresas e instituciones se deshagan del talento sénior? ¿Es algo que ocurre en el resto de países?

R.- Puedo hablar desde el punto de vista cultural, es decir, de cómo se percibe que haya gente mayor en el mundo laboral. Honestamente, no está suficientemente bien visto.

Me he reunido con organizaciones asiáticas, por ejemplo, y hemos constatado que los voluntarios que van allí son recibidos con un respeto enorme. No es lo mismo que vaya un joven o un sénior –aunque eso tampoco está bien, porque hay junior con experiencia y sabiduría–. Les respetan, mientras que en Europa, ya no es tanto así. Tenemos que ser un poco más humildes y decirnos que no lo sabemos todo únicamente por habernos criado en una sociedad digital. Hay mucho trabajo que hacer todavía.