Saturnino Álvarez Bacaicoa, natural de Fuenmayor (La Rioja), nació en 1940 y como él mismo dice ha “hecho de todo: desde que empecé a trabajar a los 19 años, tanto en la empresa pública como en la privada, y finalmente en mi propio negocio en el que estuve hasta la jubilación”. Fue elegido presidente de la Unión Democrática de Pensionistas de España (UDP) en 2016, cargo en el que sustituyó a Luis Martín Pindado, que estuvo 14 años al frente de la asociación. Saturnino posteriormente dejó el puesto “por cuestiones familiares”, siendo sucedido por la actual presidenta de UDP, Paca Tricio, en septiembre de 2018. Actualmente ostenta la presidencia de la Asociación de Pensionistas y Jubilados de La Rioja - UDP La Rioja.
PREGUNTA: ¿Cuántos asociados tiene UDP en La Rioja?
RESPUESTA: Tenemos alrededor de 12.000 asociados distribuidos entre las cuatro asociaciones de la Comunidad Autónoma. La más grande, como es lógico, es la de Logroño.
P.: ¿Cuáles son los problemas que más preocupan a los mayores riojanos?
R.: En líneas generales son los mismos que los del resto de españoles. El principal, el que más nos ha ocupado, es el de las pensiones, sobre todo porque en La Rioja, por las razones que sean, los sueldos han sido muy bajos y en consecuencia las pensiones actuales también son más bajas que en otras partes de España, 965 euros de media. Por lo demás, Logroño es una capital con gran calidad de vida y eso nos permite seguir trabajando y haciendo cosas por los mayores.
P.: Hablando de pensiones, ¿qué opinión le merece la ruptura del Pacto de Toledo?
R.: Un auténtico disparate. Yo siempre he mantenido que lo más importante a la hora de defender las pensiones es conseguir que los partidos lleguen a un pacto nacional. La ruptura del Pacto de Toledo es una verdadera tragedia porque esto no tiene arreglo mientras las pensiones no dejen de ser moneda de cambio electoral y preocupación de los partidos sólo en época electoral, para que luego se quede todo en el olvido. Mientras realmente no se llegue a un pacto de Estado el tema de las pensiones no va a tener solución.
P.: ¿Qué cuestiones mínimas debería recoger ese pacto?
R.: Habría que blindar constitucionalmente las pensiones y lograr referenciarlas al IPC, porque los mayores no podemos perder poder adquisitivo de ninguna manera. Es importantísimo porque nosotros no tenemos otro sitio de donde sacar dinero. Además, habría que luchar por sacar las pensiones del IRPF. Es una batalla que llevamos dando mucho tiempo. Unos te dicen que la batalla la tenemos perdida y otros que si vamos a los tribunales la ganamos, pero es complicado. Lo cierto es que es una doble tributación, me parece un disparate, hemos tributado durante toda la vida y ahora volvemos a seguir tributando.
P.: ¿Qué tal se cumple la Ley de Dependencia en La Rioja?
R.: La Rioja ha estado durante mucho tiempo a la cabeza en lo que a cumplimiento se refiere, pero últimamente ha bajado bastante. Para mí es una gran ley pero nació coja, porque es muy interesante y completa pero le falta fijar lo principal: la financiación. Debería financiarse con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, pero los estados tienen que fijar prioridades, si no hay para todo no hay para todo, pero yo creo que lo principal son las personas más desfavorecidas, las que realmente son dependientes. Por supuesto, las personas con grado 3 de dependencia deberían estar protegidas desde el primer momento en que se detecte, no se puede tardar 6 o 7 meses en que se les reconozca el derecho a recibir una ayuda, eso es inadmisible. Lamentablemente muchos mueren antes de que les llegue el reconocimiento.
P.: ¿Qué puede decirnos del problema de la soledad no deseada en su Comunidad Autónoma?
R.: Es una batalla que estamos dando desde nuestra asociación colaborando con varios proyectos de acompañamiento. Tenemos un programa de voluntariado de mayores para mayores en el que hay una serie de gente que se dedica a acompañar a las personas que están solas durante el tiempo que pueden. Este es un problema muy importante, muy serio.
P.: ¿Están satisfechos con la red de residencias de La Rioja?
R.: En La Rioja hay más residencias privadas que públicas pero, como en todas partes, tenemos falta de plazas, aunque yo no soy un gran defensor de las residencias. En mi opinión hay que hacer todo el esfuerzo posible para que las personas, que quieran y puedan, estén en sus casas, que es donde la gente realmente quiere vivir, en su entorno familiar y vecinal. Además, sería más barato que una plaza residencial. Las residencias deberían estar principalmente orientadas hacia la atención a los grandes dependientes que no pueden seguir de ninguna forma en sus domicilios.
P.: ¿Cómo son sus relaciones con la Junta?
R.: Nosotros somos, por definición, apolíticos y desde nuestra asociación siempre procuramos mantener una relación cordial porque sabemos que tenemos que colaborar. No digo pedir porque mi forma de pensar no es pedir y pedir, hay que trabajar y colaborar con las administraciones, sean del color que sean, para conseguir que nuestros mayores estén siempre atendidos y dispongan de las instalaciones que necesitan y merecen.
P.: ¿Cómo se incentiva el envejecimiento activo en La Rioja?
R.: Yo pertenezco al Consejo Sectorial de Personas Mayores de La Rioja, también al Estatal, y nos preocupamos mucho por organizar actividades que faciliten el envejecimiento activo. Pero hay una cosa que me preocupa especialmente: yo trato de conseguir que los mayores no solamente seamos peticionarios de servicios. Creo que tenemos que ocupar el puesto que nos corresponde en la sociedad y aportar conocimientos, ayuda, experiencia y todo lo que sea necesario para conseguir lo mejor para los mayores siendo participativos y no solamente beneficiarios.
P.: ¿Y les dejan ser participativos?
R.: Ese es el problema, que nos dejen. Sufrimos un gran edadismo. Estamos luchando para denunciar casos de edadismo. La discriminación por razón de edad tiene que desaparecer y UDP ha puesto en marcha a nivel nacional un programa para denunciarlo a través de su web.
P.: También sería importante para poder ser más participativos recortar la brecha tecnológica…
R.: Sí, nos preocupa la brecha digital, tecnológica. Soy un partidario acérrimo de las nuevas tecnologías, entre otras cosas porque me he dedicado toda la vida a la informática. Me parece lamentable porque hay personas que, nos pongamos como nos pongamos, no van a llegar nunca a superar esa brecha, pero no por eso hay que dejarlos desamparados; eso también es edadismo. A mí me ha parado una señora de ochenta y tantos años por la calle y me ha dado su cartilla, sin conocerme absolutamente de nada, para que le sacase dinero del cajero automático porque el cajero del banco le había dicho que él ya no estaba para eso.
P.: ¿Qué le parece la aparición de nuevos partidos políticos formados por pensionistas y jubilados?
R.: Hace unos meses me propusieron formar parte de uno de ellos, pero eso es imposible. En este país se sigue votando más con el corazón que con la cabeza. Los pensionistas somos 9 millones, pero el que ha sido del partido A siempre seguirá votándole y el que sea del partido B hará lo mismo. Es imporsible defender los intereses comunes de los pensionistas desde un partido de jubilados.
P.: ¿Qué le pediría al nuevo Gobierno para los mayores?
R.: Que nos tenga en cuenta en todos los sentidos, no solamente en el tema de las pensiones sino también en luchar para que seamos una parte activa, participativa, más de las que integran la sociedad. Que no nos dejen abandonados, que queremos estar ahí y tenemos los mismos derechos que tienen las mujeres y los niños. Siempre he dicho que se legisla de una forma positiva y favorable para las mujeres y para la infancia, y así debe ser, pero de los mayores se olvida todo el mundo. En el momento en que cumples los 65 parece que dejas de existir.