Cultura

62 años del lanzamiento de Sputnik. ¿Por qué fue tan importante para la conquista del espacio?

Verónica Mollejo

Foto: Bigstockphoto

Viernes 4 de octubre de 2019

3 minutos

Sputnik 1 fue el primer satélite artificial de la historia, obra de la Unión Soviética

62 años del lanzamiento de Sputnik
Verónica Mollejo

Foto: Bigstockphoto

Viernes 4 de octubre de 2019

3 minutos

El 4 de octubre de 1957, la Unión Soviética lanzó desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, el Sputnik 1, una esfera de aluminio que medía 58 centímetros de diámetro e incluía cuatro largas y finas antenas. Esta estructura, que algunos científicos de la época ridiculizaron por su extraña apariencia, pasaría más tarde a la posteridad como el primer satélite en órbita de la historia de la humanidad, todo un hito en la carrera por la conquista del espacio.

Y nunca mejor dicho, pues los soviéticos consiguieron tan loable hazaña en plena Guerra Fría contra Estados Unidos, otro peso pesado de la exploración espacial. De hecho, el anuncio del lanzamiento del Sputnik pilló a los estadounidenses por sorpresa y creó una alarma social ante la posibilidad de que sus "enemigos" pudieran estar espiándolos a kilómetros de distancia. Además, esto hizo reflexionar a los políticos sobre su capacidad tecnológica, pues en ese momento ellos también trabajaban en el diseño y la planificación de satélites.

62 años del lanzamiento de Sputnik

Mientras en Estados Unidos cundía el caos, en la Unión Soviética disfrutaban de su increíble trabajo, pues el Sputnik consiguió orbitar nuestro planeta a una distancia de 938 kilómetros, un viaje que duró aproximadamente 98 minutos y que le sirvió para cumplir su objetivo: obtener información de las capas más altas de la atmósfera y el campo electromagnético de la Tierra.

Así, el Sputnik no solo supuso una victoria para los soviéticos frente a su principal competidor, también permitió expandir las fronteras de la conquista espacial. Y es que la existencia de este pequeño satélite aumentó la motivación de los estadounidenses que, doce años más tarde, pondrían un pie sobre la Luna.

También puso al primer perro en órbita

Sin embargo, el proyecto Sputnik no finalizó con este lanzamiento inaugural. En noviembre de 1957 entró en órbita el Sputnik 2, la primera nave espacial en transportar material biológico al espacio. En una cápsula cónica de tan solo cuatro metros de alto y dos de diámetro, viajó la pequeña perra Laika que, lamentablemente, falleció a las pocas horas debido al estrés y el sobrecalentamiento de la nave.

El primer error del programa llegó con el Sputnik 3 en 1958, que tenía como objetivo explorar la atmósfera superior y el espacio más próximo. No obstante, un fallo en el mecanismo impidió que el satélite detectara la radiación propia de la magnetosfera terrestre.

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