Cultura

Las fachadas de Vigo lucen los rostros de sus vecinos más ilustres

Verónica Mollejo

Foto: Mon Devane

Martes 16 de julio de 2019

4 minutos

El artista urbano Mon Devane se encuentra detrás de este hermoso y llamativo proyecto

Las fachadas de Vigo lucen los rostros de sus vecinos
Verónica Mollejo

Foto: Mon Devane

Martes 16 de julio de 2019

4 minutos

Seguramente, jamás hayas oído hablar de ella, pero Isabel Seoane es toda una celebridad en Vigo, pues se trata de la última ostreira de la ciudad. Un oficio que en el pasado gozó de un gran prestigio, pero que ahora solo reside en la memoria de aquellos que pudieron disfrutar de sus servicios. Isabel fue una de las afortunadas, de hecho, su trayectoria le valió en 2013 la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo.

El mismo reconocimiento merece Remedios Cabanelas, una de las muchas mujeres labriegas que hace décadas trabajaron y cultivaron la tierra de su querida Puxedo, su hogar, una aldea perdida en el corazón de la sierra del Xurés. Pero, ¿qué tienen ambas en común? Muy sencillo, estas dos mujeres de bandera han servido como fuente de inspiración al artista urbano Mon Devane, que ha recurrido a ellas como modelos para sus últimas obras.

Obra de Mon Devane

Vigo a todo color

Con motivo de la última edición del festival Vigo Ciudad de Color (@VigoCiudadColor), Devane y otros muchos artistas han transformado una vez más la ciudad de Vigo, otorgando a sus fachadas una nueva imagen, plagada de hermosas ilustraciones, llamativos colores y mensajes de reivindicación. Popay, Mr. Kern, Lidia Kao, Iria Fafián y Abi Castillo son algunos de los nombres que han participado en esta iniciativa. Sin embargo, Mon Devane (@mondevane) ha llamado especialmente la atención por su homenaje a los productos, temáticas y profesiones de su propia nación, Galicia.

Es aquí donde entran en acción no solo Isabel Seoane y Remedios Cabanelas, también el pulpo, tan típico de la tierra; los 'vellos' o personajes célebres como el actor gallego Antonio Durán, famoso por interpretar a Manuel Charlín en la serie Fariña. E incluso rostros que pertenecen a la cultura popular de todo el país como el gran Chiquito de la Calzada o el entrañable Salvatore de Cinema Paradiso.

Sus obras se caracterizan por seguir un estilo que procede del mundo del grafitti, pero con un realismo y un detalle que lo hacen destacar frente a la multitud. Un "fotorrealismo monocromático", como él mismo lo define en su portal oficial, que recurre con maestría a los colores, las luces y las sombras. En especial, a tonos azules y verdosos que recuerdan al océano que rodea las costas gallegas y la vegetación de sus montañas, y que ahora han embellecido las fachadas de su querido hogar.

Sobre el autor:

Verónica Mollejo

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