Sociedad

El declive de la función motora en mayores de 65 años aumenta el riesgo de muerte, según un estudio

Marta Vicente

Sábado 21 de agosto de 2021

5 minutos

La investigación revela que el deterioro aparece hasta 10 años antes de la muerte

El declive de la función motora en mayores de 65 años aumenta el riesgo de muerte, según un estudio (Foto: Bigstock)
Marta Vicente

Sábado 21 de agosto de 2021

5 minutos

Con el envejecimiento se deteriora la función motora. A medida que pasan los años, aumenta la posibilidad de tener dificultades para desempeñar actividades de la vida diaria o sufrir caídas, lo que provoca una mayor dependencia de las personas mayores. Pues bien, aunque ciertos estudios han demostrado que el declive de las capacidades cognitivas puede surgir hasta 15 años antes del fallecimiento,no se había confirmado que ocurriera lo mismo con las físicas, hasta ahora. Una nueva investigación publicada en The BMJ revela que la aparición de discapacidad motora a partir de los 65 años está relacionado con un mayor riesgo de muerte.

Los datos han sido analizados por investigadores del la Universidad de París y del Centro de Neurología Cognitiva Lariboisière en el Hospital Fernand Widal (Francia); y del departamento de Epidemiología y Salud Pública, University College London en Londres (Reino Unido). Sus resultados se basan en más de 6.000 participantes del estudio británico 'Whitehall II', en el cual participaron personas de entre 35 y 55 años en 1985-1988 para examinar el impacto de los factores sociales, conductuales y biológicos en la salud a largo plazo.  

El deterioro de la función motora a partir de los 65 años aumenta el riesgo de muerte

Entre 2007 y 2016, las personas analizadas se sometieron a evaluaciones de la función motora hasta en tres ocasiones. Durante la investigación, se midieron la fuerza de agarre, la velocidad y el tiempo que tardadabn en levantarse de una silla, además de otras medidas autoinformadas del funcionamiento y las dificultades con las actividades de la vida cotidiana (vestirse, ir al baño, cocinar y hacer la compra...). Después, se registraron las muertes por cualquier causa hasta octubre de 2019. En concreto, las tres pruebas consistían en lo siguiente:

  • Velocidad de marcha. Tenían que recorrer casi tres metros usando zapatos de tacón bajo y ajustados o descalzos – estaba permitido usar bastón si la persona lo utilizaba habitualmente– con instrucciones de “caminar hasta el otro extremo del curso a su ritmo habitual, como si caminaran por la calle para ir a las tiendas. Camine hasta pasar el otro extremo de la cinta antes de detenerse", indican los investigadores. Una enfermera investigadora usó un cronómetro para registrar el tiempo necesario para completar la prueba.
  • Fuerza de agarre. Se midió usando un diámetro manual Smedley, accesorio que mide con precisión la fuerza de agarre.
  • Levantarse de una silla. Consistía en levantarse y sentarse hasta cinco veces con los pies apoyados en el suelo y los brazos cruzados sobre el pecho. Se les indicó que se pusieran de pie y se sentaran cinco veces lo más rápido posible sin usar los brazos

Tras su realización, se observó una vinculación entre el deterioro de la función motora y un mayor riesgo de muerte del 22% en el caso de velocidad de marcha, del 15% en fuerza de agarre y del 14% en levantarse de la silla a tiempo. Con respecto a las dificultades para desempeñar actividades diarias, el porcentaje aumentó hasta el 30%.

El declive de la función motora en mayores de 65 años aumenta el riesgo de muerte, según un estudio (Foto: Bigstock)

Otros análisis mostraron diferentes patrones de cambio entre los participantes que murieron y los que sobrevivieron.

Por ejemplo, los fallecidos tenían peores tiempos de subida de la silla que los supervivientes hasta 10 años antes de la muerte, peor funcionamiento autodeclarado hasta siete años antes de la muerte y más problemas para realizar las actividades de la vida diaria hasta cuatro años antes de la muerte. Estas diferencias se incrementaron de forma constante en el periodo previo a la muerte.

Finalmente, los expertos indican que se trata de un estudio observacional, por lo que no puede establecer la causa y, además, señalan que han tenido algunas limitaciones, como no poder analizar las trayectorias de la función motora según la causa de la muerte o en grupos minoritarios específicos, junto con el hecho de no tener en cuenta acontecimientos como las caídas o los ingresos hospitalarios.

Sobre el autor:

Marta Vicente

Marta Vicente Carmona es Graduada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos y Máster de Marketing Digital y en Edición y Postproducción Digital. Es redactora especializada en temas de sociedad y salud y tiene experiencia como Community Manager.

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