A sus 92 años, la estadounidense Dwan Jacobsen Young es la esquiadora acuática más longeva del mundo. Y no es para menos, puesto que esta mujer de Fish Haven (Utah), en Estados Unidos, ha practicado esquí acuático desde hace décadas, exactamente desde que tenía 29 años.
"Está amante de la aventura está causando sensación", destacan desde la web de Guinness World Records, donde asegura que "siempre siento mariposas en el estómago antes de meterme en el agua", es ahí donde se emociona de verdad.
Dwan no esquía sola, sino que comparte esta afición con sus hijos, nietos y bisnietos, quienes además son sus entrenadores y animadores, aseguran. "Mis amigos están sorprendidos, y mi familia piensa que es genial", revelaba. Es más, fue su nieta Becca quien le entregó por sorpresa esta Navidad el título de Guinness World Records. "No me lo podía creer. Todavía no me lo creo" aseguraba.
Su sueño: esquiar en la nieve
El momento favorito de Dwan en el esquí acuático es cuando consiguió esquiar por primera vez. Desde entonces, ha esquiado en muchos y diferentes lagos, aunque ahora solo lo hace en el lago Bear, ubicado en su ciudad natal. Aunque su sueño sería poder esquiar en el lago Lemán, en Suiza.
Otro de los sueños de Dwan es poder esquiar también en la nieve y, si es posible, conseguir otro récord por ello, sin embargo, admitía que "nunca fui lo bastante buena para hacerlo".
En cualquier caso, su motivación es simplemente poder mantenerse en forma para poder seguir esquiando, un ejercicio que, asegura, le ha enseñado a no renunciar a nada de lo que se ha propuesto hasta ahora.
Anima, así, a que todo aquel que le interese este deporte, busquen a alguien con quien hacerlo. "Eres más capaz de lo que crees", anima, admitiendo que, por su parte, se siente "bendecida".