Así es la vida rural de jubilada de Ana Blanco en Cantabria

Durante más de tres décadas en televisión, Ana Blanco formó parte del día a día de millones de espectadores. Su serenidad, su tono inconfundible y una forma de informar sin estridencias la convirtieron en una de las presentadoras más reconocidas y galardonadas del país. Desde su prejubilación en 2024, la periodista ha dado un giro vital profundo, escogiendo Cantabria como refugio para esta nueva etapa.

Su discreción ha sido siempre su sello. Por eso llamó la atención verla aparecer recientemente en la presentación del libro de Jesús Álvarez. Según relató a Vanitatis, acudió movida por la amistad y allí habló con naturalidad de este tiempo nuevo que vive "con serenidad y una felicidad sencilla". Rodeada de antiguos compañeros, Blanco se mostró agradecida y cómoda, aunque dejó claro que mantiene intacta su preferencia por una vida reservada.

Quienes han seguido su trayectoria saben que jamás ha hecho públicas cuestiones íntimas. Una periodista cercana lo resume así: "Jamás cuenta nada de su vida privada y lo ha cumplido a rajatabla". Esa misma disciplina le permitió navegar por más de cuatro gobiernos en TVE y conservar intacta su reputación de neutralidad, algo que en el panorama mediático actual casi parece una rareza.

Un hogar lejos del foco

La decisión de mudarse a Cantabria no fue improvisada. Como tantos otros, tras la pandemia ella y su marido, el también periodista Juan Carlos Bolland, buscaban espacio, calma y una vida más pausada. "La pandemia pesó mucho en mi ánimo. Nunca me imaginé que saldría diciendo '900 muertos'", explicaba Blanco en La Ventana (Cadena SER).

Eligieron un pequeño municipio de apenas 2.000 habitantes y un chalé sencillo de una planta con parcela, sin ostentaciones, según describen los vecinos a Vanitatis. El entorno es privilegiado: prados abiertos, senderos rurales, la ría cercana y la ciudad de Santander a media hora. La casa se sitúa en el curso bajo del valle del Asón, un paisaje que combina marismas, lomas suaves y silencio. Allí, cuentan quienes los conocen, la pareja vive muy feliz, adaptada a un ritmo distinto al del barrio de Salamanca, donde residieron durante tantos años.

¿En qué ocupa ahora su tiempo quien presentó más de 7.400 informativos? Básicamente, en aquello que en su época de máxima exposición mediática apenas podía disfrutar: paseos por la naturaleza, lecturas y buena gastronomía. Blanco siempre ha sido amante de la novela negra y de los cantautores como Pablo Milanés, Cecilia o Serrat, aficiones que ahora cultiva sin horarios y sin cámaras alrededor. Vive su vida como ha dado siempre las noticias: con tranquilidad y sin necesidad de protagonismo.