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El virus del herpes lleva en el planeta millones de años, infectando a todo tipo de especies, como murciélagos o corales. Sin embargo, hasta ahora no se sabía en qué momento la cepa del virus HSV-1 se comenzó a expandir entre los seres humanos. Por eso, un equipo científico de la Universidad de Cambridge ha rastreado y secuenciado el genoma del herpes, llegando a la conclusión de que su difusión se produjo en la Edad de Bronce a causa de los besos románticos.
Rastreando en las encías
Según la Organización Mundial de la Salud, 3.700 millones de personas en el mundo son portadoras del VHS-1. A pesar de su prevalencia actual entre los humanos, los científicos afirman que los ejemplos antiguos de VHS-1 eran sorprendentemente difíciles de encontrar.
"Examinamos muestras de ADN antiguas procedentes de unos 3.000 hallazgos arqueológicos y sólo obtuvimos cuatro coincidencias con el herpes", explica la doctora Meriam Guellil, coautora del estudio, del Instituto de Genómica de la Universidad de Tartu.
El equipo consiguió localizar el herpes en los restos de cuatro individuos a lo largo de un periodo de mil años, y extraer el ADN viral de las raíces de los dientes. El herpes suele brotar con infecciones bucales: al menos dos de los cadáveres antiguos padecían enfermedades de las encías y un tercero fumaba tabaco.
"Al comparar el ADN antiguo con las muestras de herpes del siglo XX, pudimos analizar las diferencias y estimar una tasa de mutación y, por consiguiente, una cronología de la evolución del virus", añade la doctora Lucy van Dorp, coautora principal del estudio.
Las sorprendentes conclusiones
Las conclusiones, publicadas en la revista 'Science Advances', afirman que la cepa del virus HSV-1 surgió hace unos cinco mil años, a raíz de las vastas migraciones de la Edad de Bronce hacia Europa desde las praderas esteparias de Eurasia, y de los auges demográficos asociados que impulsaron las tasas de transmisión.
Sin embargo, esto no sería suficiente para explicar la transmisión, por lo que los investigadores sospechaban que la principal causa de transmisión fue la incorporación de una nueva práctica cultural importada de Oriente: los besos románticos y sexuales.
Historia del beso
Los investigadores señalan que el primer registro de un beso procede de un manuscrito de la Edad de Bronce del sur de Asia, y sugieren que la costumbre -que dista de ser universal en las culturas humanas- pudo haber viajado hacia el oeste con las migraciones a Europa desde Eurasia.
De hecho, siglos más tarde, el emperador romano Tiberio intentó prohibir los besos en los actos oficiales para evitar la propagación de enfermedades, un decreto que podría estar relacionado con el herpes. Sin embargo, durante la mayor parte de la prehistoria humana, la transmisión del VHS-1 habría sido "vertical": la misma cepa pasando de la madre infectada al hijo recién nacido.
Próximas investigaciones
El equipo prevé rastrear ahora esta resistente enfermedad primordial aún más profundamente a través del tiempo, para investigar su infección de los primeros homínidos. "El herpes neandertal es mi próxima montaña a escalar", anuncia la investigadora Christina Scheib.