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Tras más de 20 años de búsqueda, Armand Mijares descubre una nueva especie humana

Verónica Mollejo

Foto: Bigstockphoto

Lunes 17 de junio de 2019

3 minutos

Conocido como el Indiana Jones filipino, Mijare ha hecho historia con su nuevo descubrimiento

Armand Mijares descubre una nueva especie humana
Verónica Mollejo

Foto: Bigstockphoto

Lunes 17 de junio de 2019

3 minutos

La historia de la especie humana tiene desde hace poco un nuevo capítulo. Todo comenzó con el descubrimiento en 2007 de un tercer metatarsiano (uno de los huesos que componen la cara medial del pie) en la cueva del Callao, al norte de Luzón, en Filipinas. Una evidencia clara de la presencia humana en el país hace más de 67.000 años.

Sin embargo, durante las primeras pesquisas de la investigación, los expertos observaron que el hallazgo tenía "características morfológicas, primitivas y derivadas que eran diferentes de la combinación de características encontradas en otras especies del género Homo", tal y como exponen sus autores en el medio especializado Nature. ¿El resultado? La atribución a una nueva especie humana, desde ahora conocida como Homo luzonensis.

Una revelación que no solo cambia completamente la visión que hasta entonces se tenía de nuestra especie, sino que también supone la confirmación de actividad humana antigua, más concretamente de la época del Pleistoceno Tardío, en las islas del Sudeste Asiático. Ampliando así el rango de investigación de cara a nuevos encuentros. 

Armand Mijares
Armand Mijares 

Un sueño para su descubridor

Detrás de este hallazgo se encuentra Armand Mijares, un arqueólogo de Manila que ha visto como el sueño de toda una vida se hace realidad en una cueva del norte de Filipinas, donde lleva más de 20 años trabajando. Conocido como el Indiana Jones filipino, Mijares llama la atención a simple vista por sus tatuajes, su coleta y sus pendientes en las orejas. Aunque es la perseverancia y la confianza en sí mismo lo que le ha llevado hasta aquí, ha convertirse en uno de los profesionales más relevantes de la esfera científica.

Y es que, a pesar de las ofertas de trabajo y los muchos premios que ha recibido durante todos estos años, él ha seguido inmerso en esa cueva que ahora le ha cambiado la vida y en la que solo tuvo que excavar un metro cuadrado de superficie para hallar ese pequeño grupo de huesecitos.

De hecho, tal y como ha reconocido el propio Mijares a CNN Philippines, no detendrá su pasión por la arqueología ni sus investigaciones por el reconocimiento global, su objetivo es continuar excavando en la cueva de Callao. El cual compaginará con otro proyecto similar en Bucalan, de dos años de duración, para saber cuándo pisó por primera vez el Homo Sapiens las tierras de Luzón, la mayor y más importante isla de Filipinas. "Lo que quiero ahora no es abandonar personalmente esas excavaciones, sino dejar que mis alumnos se encarguen de ellas. Estoy entrenando a mis alumnos y, más adelante, dejaré en ellos la oportunidad de liderar esas excavaciones", añade el arqueólogo.

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Verónica Mollejo

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