Sociedad

'La maldita primavera', un grito de auxilio por los mayores que mueren en soledad

María Bonillo

Foto: Instagram: @lamalditaprimavera_elcorto

Domingo 14 de noviembre de 2021

21 minutos

Rafa Arjones relata en un corto el caso de un matrimonio que murió sin que nadie les echara en falta

'La maldita primavera', un grito de auxilio por los mayores que mueren en soledad
María Bonillo

Foto: Instagram: @lamalditaprimavera_elcorto

Domingo 14 de noviembre de 2021

21 minutos

El XVII Congreso de Mayores de Telefónica se celebraba esta semana en Benidorm, ocasión que aprovechó el fotoperiodista Rafa Arjones (@rafaarjonesfoto) para poner el foco sobre la soledad de las personas mayores vivida durante la pandemia, relatando el largo proceso que le llevó a la creación de su cortometraje La maldita primavera

El Covid puso de manifiesto la necesidad que tenemos los unos de los otros y que la soledad –cuando no es deseada– es una mala compañía y un problema que nos puede afectar a todos. Puede haber a quien le guste vivir solo, pero no sentirse solo. Durante los meses de confinamiento, la sensación de soledad fue un drama que sufrieron especialmente personas mayores en las residencias y en sus casas donde, separados de sus familias, muchos murieron en soledad

El cortometraje de Rafa Arjones, basado en hechos reales, saca a la luz esta realidad. Él ha querido dar un paso más allá observando, retratando y denunciando aquello que como sociedad muchas veces ignoramos, como es el caso de Blanca y José, una pareja de 90 años que murió de coronavirus sola en su casa, sin que nadie les echara de menos hasta dos meses después. Esta historia de dejadez, de desarraigo y de abandono de las personas mayores es la que Arjones ha llevado a un guion. Según él, merece ser contada para "concienciar, educar y enderezar el rumbo de la gente, porque a veces lo perdemos casi sin darnos cuenta".

 

"Era algo que había que sacar a la luz"

La investigación comienza con una llamada que Rafa Arjones recibe el 8 de julio de 2020, según relata él mismo. Y se encuentra con "una realidad devastadora": dos personas mayores aparecen muertas en su casa después del confinamiento. 

"Normalmente los medios de comunicación lo que hacemos es cubrir la noticia y al día siguiente pasamos a otra. Sin embargo, en este caso se trataba de un tema tan dramático que se merecía un seguimiento. Entonces lo que hice fue tirar un poco del hilo, y nos encontramos con realidades que nos parecieron absolutamente demoledoras: dos personas que nadie echa en falta, abandonadas en su casa. Era algo que había que sacar a la luz", explica. 

Blanca y José murieron en pleno confinamiento con pocos días de diferencia sin que nadie los echara en falta, una noticia que en su momento se hizo eco de diferentes medios y que llevó a Rafa a elaborar una memoria basada en la investigación a partir de la recopilación de artículos de prensa.

"El entierro tuvo lugar un mes después. Ningún familiar reclamó los cuerpos. Esto es muy grave, extremadamente grave. Nos hemos convertido en una sociedad egoísta. La hipocresía instalada en la sociedad no nos deja ver más allá", añade.

El objetivo de su cortometraje es denunciar el abandono de los mayores, un abandono que no es nuevo, pero que la pandemia del coronavirus ha evidenciado y del que somos responsables. "Sabemos que está pasando y en muchos casos miramos para otro lado. Nuestra forma de vida actual, la falta de sensibilidad y la ausencia de una acción política social eficiente son motivos más que suficientes para que el abandono progresivo de los mayores nos obligue a reflexionar y a actuar", señala, destacando un tuit del juez Joaquim Bosch en el que ya en 2017 alertaba sobre este problema.

 

 

"Ya lo sabemos, esto ya estaba pasando, pero con el coronavirus se ha acentuado aún más. Basta ya de hablar del tema sin buscar una solución. Hay muchas noticias, los impactos se quedan, pero si no tenemos un recorrido de esa noticia, se diluye en el tiempo", dice, insistiendo en que hay más casos como el de Blanca y José, parejas de mayores encontrados muertos en sus viviendas unos meses después del confinamiento.

Por esa razón, Arjones se interesa por el trabajo de los bomberos en este sentido y descubre "una cruda realidad": en la actualidad, el primer motivo de salidas de estos profesionales es para atender a personas mayores que viven en casa en soledad y en el más absoluto abandono, por encima de llamadas para apagar incendios u otro tipo de servicios. 

En este sentido, cree necesario un censo para las personas mayores o una red de vecinos "para que nos preocupemos los unos de los otros, no solo la administración. Es importantísimo que todos estemos pendientes de todos", subraya. 

Del suceso al cortometraje

Tras el proceso de investigación, Arjones se queda con la historia tan dura y dramática de Blanca y José. Para conseguir que este tema no quede en el olvido tan rápido y que la denuncia se alarge en el tiempo, escogió el formato cine, en concreto un cortometraje, para lograr "una mayor concienciación de la denuncia que queremos trasladar".

De ahí pasa a elaborar un guion literario, partiendo de la idea "¿qué podían haber pasado los protagonistas de la historia durante sus últimos días?", y con la ayuda de vecinos y comerciantes del barrio alicantino de la Colonia Requena, con un amplio censo de personas mayores que viven solas, porque no le entraba en la cabeza que estuviesen 15 días o un mes sufriendo en casa sin pedir ayuda.

 

 

El cortometraje se rodó durante cinco días con un equipo de 30 personas en el mismo barrio y el mismo edificio donde sucedieron los hechos. "No fue fácil, pero resultó muy interesante rodar un tema basado en hechos reales en el mismo edificio", remarca. Desde el principio, Arjones buscó asesoramiento de gerontólogos y expertos en edadismo, así como de médicos y miembros del SAMU, para que le asesoraran en todos los movimientos de las personas mayores y conseguir que el trabajo fuese "lo más realista posible".

Son los datos de los forenses y los bomberos otro de los motivos que animan al fotoperiodista a escribir esta historia. "Jose amortaja a Blanca y le pone un crucifijo en el pecho antes de fallecer. Él fallece dos días después. Tuvo que esperar dos días a dejarse morir. Deja un cartel pegado en el salón de su casa que dice: 'En esta casa hay coronavirus'. Todos estos detalles me parecen alucinantes. Lo que tuvieron que pasar esas dos personas...", reflexiona.

"Es el escenario más surrealista y agónico que una persona puede imaginar: Blanca enferma y José intenta cuidarla por todos los medios con la poca ayuda que tiene a su alcance. La televisión emitiendo noticias demoledoras, el centro de salud colapsado, los vecinos aplaudían a las 8 de la tarde… La mujer con la que ha convivido toda su vida enferma, la desesperación e impotencia viendo cómo se desvanece y no de cualquier forma, asfixiada por el virus", relata.

 

"No todo es malo"

Arjones también ve algo de esperanza y asegura que "no todo es malo". Durante el confinamiento pasó una jornada en una especie de vivienda intergeneracional en Alicante y pudo conocer en primera persona cómo conviven y se ayudan en todo tipo de labores domésticas.  "Esto demuestra que existe la posibilidad y hay buenas ideas para afrontar la soledad de las personas mayores. Que se pongan en marcha este tipo de viviendas que son muy interesantes", reclama.

Actualmente, el cortometraje de La maldita primavera, que cuenta con un presupuesto de 30.000 euros, se encuentra en proceso de montaje y buscando colaboradores y financiación para crear una red y que el proyecto pueda llegar a la mayor gente posible.

"Nos hemos dado cuenta de que a la gente le interesa el tema, está concienciada, pero necesitamos creérnoslo más y trabajar en este sentido. Es una historia que hay que contar, que es necesaria. Hay que hacerlo para intentar concienciar y visibilizar la realidad de muchas personas mayores que viven en soledad y que entre todos debemos cuidar, y encontrar la solución a esta lacra que nos afecta a todos y de la que somos responsables", concluye.

Sobre el autor:

María Bonillo

María Bonillo

María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.

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