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La prevalencia del alzhéimer en España aumentará en 2030, según un estudio

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Foto: Bigstock

Viernes 21 de enero de 2022

5 minutos

El 84% de los expertos consideran que aumentará también su incidencia

La prevalencia del Alzheimer en España aumentará en 2030, según un estudio. Foto: Bigstock
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Viernes 21 de enero de 2022

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La prevalencia del alzhéimer aumentará en 2030, según el 92% de los expertos españoles en trastornos del movimiento, según concluye el estudio PARKINSON-2030 Delphi, impulsado por Zambon, publicado en la revista Brain Sciences, y recogido por Europa Press. Por su parte, un 84% considera a su vez que también aumentará para esa fecha su incidencia

El objetivo de este estudio es entender cuál es la situación actual del alzhéimer en España y la previsión a diez años, y en él, Zambon ha reunido a 75 expertos en trastornos del movimiento de diferentes puntos de España con el fin de poder optimizar y diseñar futuras estrategias de gestión.

"Los datos ponen sobre la mesa la importancia que esta patología adquirirá en nuestro país en un futuro cercano", apunta la doctora María-Rosario Luquin, del Departamento de Neurología de la Clínica Universidad de Navarra, encargada de dirigir este estudio.

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Mejorar el diagnóstico y equipos multidisciplinares

Otras de las conclusiones que se han podido extraer de este trabajo es que los expertos consideran que en el futuro se mejorará la capacidad de diagnóstico y seguimiento de la enfermedad.

En este sentido, han destacado el desarrollo y expansión de nuevas tecnologías y los estudios sobre biomarcadores, que tendrán un importante impacto en el manejo futuro de la enfermedad, propiciando unos diagnósticos, pronósticos y terapias individualizadas más precisas.

El mejor acceso de los pacientes a los expertos en trastornos del movimiento también será clave en este sentido. "También se ha visto que, en el futuro, los equipos serán más multidisciplinares, a diferencia de hoy en día, en que se aplica un abordaje que se limita a los neurólogos, tanto especializados en enfermedad de Parkinson como generales", explica la doctora Luquin.

Los expertos reunidos también han señalado cómo se espera el desarrollo de tratamientos innovadores. Según el panel, el uso de los tratamientos en monoterapia más frecuentes actualmente para pacientes no fluctuantes no cambiará para el 2030.

"Y aunque no se llegó a un consenso, sí que se observó una tendencia a la disminución del uso de levodopa en dosis bajas y moderadas y al aumento en el uso de safinamida en monoterapia", añade la doctora María-Rosario Luquin, quien ha continuado explicando que esto no se apreció con otros agentes Inhibidores de la Monoamino Oxidasa (IMAO). "Esta tendencia podría explicarse por el efecto probado de la safinamida en la reducción de las fluctuaciones motoras y no motoras, su baja tasa de eventos adversos informados y el efecto demostrado para aliviar síntomas no motores, incluidos el dolor y la depresión", añade.

En cuanto a las terapias en investigación, las nuevas formulaciones de levodopa oral no se consideraron útiles en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson ni en la actualidad ni en el futuro, aunque mostraron una tendencia al aumento.

Además, el estudio también ha servido para destacar algunas necesidades insatisfechas en la actualidad en lo que se refiere al diagnóstico y tratamiento, realizando algunas recomendaciones para el futuro manejo diagnóstico y terapéutico de esta patología.

Para ello, se apunta la necesidad de abordarlas mediante un enfoque integral que incluya aspectos físicos, psicológicos, sociales y financieros. "Las acciones tempranas de diagnóstico, seguimiento y planificación de la atención pueden permitir a los pacientes y cuidadores frenar el curso de la enfermedad y desarrollar estrategias de anticipación, para lo que ellos mismos han manifestado su deseo de que se establezcan hojas de ruta que puedan guiarlos en la toma de decisiones y planificación", afirma la doctora Luquin.

En cuanto a las mejoras que se necesitan para el futuro, el panel de expertos considera precisa una información adecuada por parte de los profesionales, acortar el tiempo para obtener un diagnóstico, la derivación rápida a unidades de trastornos del movimiento protocolizadas y capacitar a los profesionales de atención primaria para la detección precoz de síntomas motores que puedan sugerir una enfermedad de Parkinson.

"El estudio DELPHI proporciona información que puede ayudar a los profesionales sanitarios a reflexionar individualmente sobre la atención de la enfermedad en su área, y proponer estrategias futuras para mejorar el manejo de los pacientes y su entorno", señala la responsable de la Unidad de Negocio de Specialty de Zambon España, Marta Barbachano.

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