¿Qué es un angiograma? Todo lo que necesitas saber

Un angiograma es una radiografía de los vasos sanguíneos y del flujo de la sangre en el cuerpo, según los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos.  Esta prueba diagnóstica se realiza con la intención de obtener información precisa del estado de las arterias y la sangre.

La Sociedad Española de Radiología Vascular e Intervencionista (SERVEI) afirma que está es la prueba más eficaz para poder visualizar los vasos sanguíneos. Esta prueba es necesaria para poder apreciarlos con mayor detalle y obtener la información esencial previa para poder realizar un tratamiento. Aunque existan otras pruebas que sirvan para ver los vasos sanguíneos, como un TAC o una resonancia magnética, ninguna ofrece información más detallada que el angiograma.

La prueba consiste en la introducción de un tinte en la sangre, a través de la inyección en una vena o arteria de un catéter (tubo de pequeño tamaño), para poder apreciar los vasos sanguíneos con mayor claridad. La tinta se suele introducir en una arteria periférica y, cuando esta se distribuye, se puede apreciar la apertura de las venas y arterias utilizando rayos X.

El proceso que precede a esta reconstrucción está supervisado por un radiólogo y un equipo de enfermería especializado, que ayudados con una pantalla especial de rayos X ve cómo transcurre el catéter por los vasos sanguíneos. De esta forma pueden observar cómo se llega al área de interés e inyectar los productos de contraste (como yodo) para delimitar los vasos y conseguir una imagen muy clara de estos.

El angiograma, también conocido como angiografía, sirve para detectar diferentes problemas de los vasos sanguíneos o de la sangre en el cuerpo, como un aneurisma, una malformación vascular, vasculitis o estrechamiento de las arterias en el cerebro. Por otra parte, esta prueba también puede utilizarse para evaluar las arterias antes de realizar una cirugía, detectar coágulos en la sangre o evaluar el flujo de la sangre hacia un tumor.

En qué consiste la prueba

Antes de la realización de la prueba, el paciente es examinado con pruebas como análisis de sangre. Algunos factores a tener en cuenta, y de los que hay que informar al médico antes de realizar la prueba son: problemas en el sangrado, posibilidad de estar embarazada, consumo de medicamentos que puedan influir en la sangre, reacciones alérgicas y problemas en la función renal.

El doctor Jeroni Nadal Reus afirma que, durante la realización de la prueba, es normal sentir un dolor agudo y breve mientras se introduce el catéter con el tinte y dolor o ardor en la cabeza, como reacción a ese mismo tinte. Además, afirma que es probable que, después de la prueba, se genere un hematoma en el lugar de la inyección.

El procedimiento será el siguiente:

• Te tomarán las constantes vitales (ritmo cardiaco y tensión arterial) periódicamente.
• También se te tomará el pulso en el pie, se rasurará la zona inguinal, se limpiará con yodo y se cubrirá la zona con paños estériles.
• El equipo administrará medicación relajante y analgosedación (tipo de anestesia que te mantendrá adormilado pero consciente y capaz de hablar durante todo el procedimiento)
• El radiólogo anestesiará localmente la zona de punción con anestesia local y procederá a la localización y punción del punto de entrada vascular. Notarás una presión sobre la zona. De la misma manera que no somos conscientes de nuestra circulación, no la sentimos, tampoco se tiene conciencia de la presencia de un catéter dentro de la arteria o de la vena.
• Sólo cuando se inyecta el contraste podrás sentir calor o quemazón que desaparecerá en segundos. Simultáneamente el radiólogo dará instrucciones sobre la respiración mientras realiza las radiografías.
• Una vez obtenida la información necesaria, el doctor retirará el catéter y aplicará presión sobre el punto de punción durante 10-20 minutos, que se reforzará con un vendaje.