
¿Qué estudian las gerocultoras que cuidan de los mayores en las residencias?
La formación es uno de los elementos esenciales para una atención de calidad

Trabajar como gerocultor con personas dependientes en una residencia requiere de unos conocimientos que se adquieren gracias a la formación previa y a la posterior experiencia en el desempeño de la profesión.
Según explican a 65YMÁS desde las patronales del sector AESTE y FED, para poder atender al colectivo en estos centros es necesario contar con una serie de títulos profesionales.
Y es que los auxiliares que cuidan de mayores en residencias deben realizar tareas en su día a día que requieren de una especialización, para garantizar la calidad de la ayuda prestada, al tratarse de personas con un grado mayor o menor de dependencia –pueden tener problemas de movilidad, deterioro cognitivo, ciertas patologías crónicas, fragilidad...–.

Formación necesaria
Por ello, cuando se contrata a un gerocultor, además de otros factores, se tiene en cuenta que pueda acreditar que es un profesional del sector.
En ese sentido, explican desde las patronales consultadas, el requisito mínimo para poder trabajar en este puesto es tener el "certificado de profesionalidad en Atención Sociosanitaria a Personas Dependientes en Instituciones Sociales".
Se trata de un módulo de 450 horas –incluidas unas prácticas de 80 horas– y habilita para ser cuidador de personas con discapacidad o dependencia en instituciones.
Ahora bien, detallan, también se puede ser gerocultor con la FP de Técnico en Atención a Personas en Situación de Dependencia.
En este caso, es un grado medio de 2.000 horas, con un programa formativo más completo y con salidas como: cuidador, gobernante o auxiliar de planta en residencias, auxiliar de ayuda a domicilio, auxiliar de educación especial, asistente personal o teleoperador de teleasistencia.
En tercer lugar, también se puede desempeñar este puesto con el título de Auxiliar de Enfermería (TCAE), un grado medio de 1.400 horas.
Finalmente, existe la posibilidad de trabajar acreditando la experiencia u otros títulos, ya que hace años no se exigía formación obligatoria para apoyar en las tareas del día a día de personas con dependencia.
Eso sí, existen requisitos para que se convalide –número de horas trabajadas, horas de formación, etc.–