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Los "pobres" de Burgos han recibido este martes parte de la herencia de un burgalés, José Blanco Ojeda, quien legó tras su fallecimiento en 1979 todo su patrimonio a obras de beneficencia y a la Iglesia, según ha señalado la jueza decana, Balnca Subiñas.
Subiñas, acompañada del alcalde de la ciudad, Daniel de la Rosa, ha explicado que esta parte de la herencia se ha gestionado a través de una junta calificadora, un instrumento recogido en el Código Civil, y ha justificado el retraso en el reparto de esta parte de la herencia en la "complejidad" del proceso.
La jueza decana ha explicado que José Blanco Ojeda, licenciado en Derecho, viudo y sin descendencia ni familiares directos, dividió su patrimonio en cuatro partes, de las que tres se repartieron en la década de los 80 entre el Arzobispado de Burgos, las Hermanitas de los Pobres y obras piadosas.
Sin embargo, el último cuarto de la herencia, destinado a los "pobres" de la ciudad, solo se pudo repartir en parte, en concreto la cuantía económica correspondiente y de la que se desconoce cantidad, al igual que en el resto del legado, debido a que toda la documentación del caso se quemó en el incendio que en 2005 asoló parte del Palacio de Justicia de Burgos.
Subiñas ha explicado que quedó pendiente la repartición del dinero resultante de dos pisos situados en la plaza Huerto del Rey número 10 de la capital, que por tener inquilinos de rentas antiguas no se pudieron enajenar en su momento.
Ahora, y tras la venta de esas dos propiedades, la junta calificadora ha decidido repartir los 90.000 euros obtenidos entre Cáritas Diocesana, la Fundación Lesmes, el Banco de Alimentos y la Fundación Proyecto Hombre.
La jueza decana ha destacado que esta distribución ha sido acordada por las personas que conforman esa junta, además de ella, el alcalde y el párroco de la iglesia de San Gil, al entender que supone una representación de las entidades sociales de la ciudad que en la actualidad prestan atención a las personas más necesitadas.
Las cuatro entidades destinarán el importe asignado, a cada una 22.500 euros, a sus programas de atención social, entre los que sobresale un programa de formación e inserción para jóvenes tutelados que se desarrollará en el campo de la automoción por parte de la Fundación Lesmes.