
Mark Zuckerberg anuncia el fin de los smartphones: "Serán reemplazados"
Los móviles dejarán paso a un dispositivo más sutil y cercano al cuerpo

El fundador de Meta, Mark Zuckerberg, considera que los teléfonos móviles tienen el tiempo contado y que su lugar será reemplazado por las gafas inteligentes. Según menciona, esta transición se producirá de manera natural, ya que las gafas son un accesorio cotidiano que puede brindar una mayor autonomía a los usuarios. No solo servirán para mostrar alertas frente a los ojos, sino que también será una nueva forma de interactuar con la tecnología sin necesidad de sostener una pantalla de manera constante.
El cambio significativo sería que dejaríamos de caminar con las manos ocupadas en una pantalla y la mirada inclinada hacia abajo. Meta ya ha mostrado avances con modelos como las Ray-Ban Stories y las Ray-Ban Meta, capaces de grabar vídeos, reproducir audio, traducir conversaciones en tiempo real y proyectar información con la realidad aumentada. Este tipo de funciones abren la puerta a experiencias más fluidas para viajar o comunicarse.
El plan de Mark Zuckerberg se apoya en la tendencia de que las ventas de los móviles han caído, la producción se vuelve más lenta y los nuevos lanzamientos ofrecen diferencias mínimas frente a las versiones anteriores, con mejoras puntuales en las cámaras o la batería. El mercado valora más la durabilidad y los consumidores ya no suelen cambiar los móviles con tanta frecuencia.
El creador de Meta estima que en menos de diez años los móviles se dejarán de usar para actividades cotidianas, como mensajes, llamadas, fotografías o navegación por internet, y que todo eso se podrá realizar desde las gafas. El principal reto está en hacerlas ligeras, con buena autonomía y conexión total. Sin embargo, el precio todavía sigue siendo un obstáculo para su adopción masiva.
Meta destina miles de millones de dólares para este desarrollo, que se conoce como Orion AR, con el objetivo de liderar la próxima etapa de la informática y reducir su dependencia de empresas grandes como Apple y Google. Si bien en la actualidad las gafas tienen un coste alto y funciones limitadas, la compañía confía en que en un plazo de tres a cinco años los precios bajen y se extienda su uso. De cara a 2030, los principales desafíos estarán en la privacidad, la regulación de la grabación y la publicidad en realidad aumentada.