Si hasta ahora creías que los videojuegos eran cosa de niños y chavales, te equivocas. Son una poderosa herramienta para fomentar el envejecimiento activo de las personas mayores porque el juego, tanto en videoconsolas, ordenadores o incluso desde el móvil, es utilizado por los terapeutas y psicólogos para tratar de reducir el deterioro cognitivo que se da con la edad.
Además, es vital para mejorar la atención porque al estar concentrados en el juego se reducen las distracciones. Ayuda a ser más rápido mentalmente, reduce la ansiedad y depresión, y hasta mejorar la creatividad.
Sin embargo, el uso de videojuegos debe ir de la mano de otros componentes asociados a la vida sana y organizada. Por ejemplo, una buena técnica sería complementar los juegos con una dieta equilibrada, la realización de alguna actividad física y nunca dejar de lado la vida social.
Científicos del Centro de Investigación sobre Salud y Envejecimiento en la Universidad de Illinois (Estados Unidos) descubrieron que el uso de algunos juegos de ordenador, que fomentan el entrenamiento cerebral, ayudan a las personas mayores de 65 años a mejorar su equilibrio al caminar. Por ende, las personas mayores que juegan coordinan mejor la vista y las manos. Además, al trabajar la mente constantemente, son buenos para prevenir enfermedades como el alzhéimer, –como el juego Big Brain Academy– o el párkinson.
También juegan un papel importante contra la depresión de personas con movilidad reducida. Si una persona no puede bajar a la calle a socializar en un largo periodo de tiempo, es probable que vea afectado su estado de ánimo. Por eso, distraerse con videojuegos puede hacer más llevadera la situación. Y, por supuesto, es una buena forma de compartir tiempo con tus hijos o nietos.