
Alfonso Muñoz, trabajador de la Seguridad Social: "Nunca pidas la jubilación dos años antes"
Quiere evitar que los trabajadores sufran los coeficientes reductores

Alfonso Muñoz, funcionario del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), ha lanzado una advertencia clara y directa para los trabajadores que se aproximan a la jubilación: "Nunca pidas la jubilación dos años antes de la edad ordinaria". En un vídeo publicado en su canal de YouTube, explica que de esta forma los trabajadores evitarán ver reducidas de manera significativa sus pensiones debido a los coeficientes reductores que aplica la normativa en esos casos.
Muñoz subraya que tomar decisiones precipitadas puede salir caro: "La diferencia entre pedir la jubilación dos años antes o hacerlo un año y nueve meses antes es enorme". Según explica, adelantar el retiro justo dos años implica sufrir la penalización máxima, mientras que tres meses menos de espera permiten reducir de forma considerable ese impacto sobre la pensión.
El funcionario también recalca la importancia de conocer exactamente cuál debe ser el último día de trabajo antes de jubilarse: "La empresa tiene que dar la baja laboral el mismo día que se cumple la edad de jubilación", aclara. De lo contrario, podría haber problemas en la activación del derecho a la pensión, ya que "los efectos de una pensión de jubilación se dan el día siguiente al cumplimiento de la edad de jubilación". Por ello, insiste en que el trabajador no puede cesar "ni un día antes ni un día después" de esa fecha.
Además, aconseja a los futuros jubilados que no dejen nada a la improvisación y planifiquen con tiempo la parte administrativa: "Es fundamental consultar de forma anticipada en la Tesorería General de la Seguridad Social y en la Agencia Tributaria qué documentos y trámites hay que presentar". Esta preparación evita retrasos, errores o incluso reducciones en la cuantía final de la pensión.
Muñoz resume su mensaje en una idea clave: la jubilación debe planificarse con precisión y anticipación. Un pequeño error en la fecha o en el procedimiento puede traducirse en pérdidas económicas considerables, mientras que una gestión correcta asegura el derecho a disfrutar de una pensión más justa y sin sobresaltos.