
Alfonso, reconvertido en actor profesional a los 65 años: "Me descubrí a mí mismo en el escenario"
Tras abrirse camino en la interpretación, se codea con Resines, Tosar o Antonio Banderas
La historia de Alfonso García-Valenzuela es la de un hombre en continua transformación. Proveniente de una familia tradicional vasca, su padre le obligó a estudiar Derecho en la Universidad de Deusto, después trabajó durante décadas en negocios tan variados como una Naviera y una Bodega en La Rioja. Y no fue hasta los 65 años, con más tiempo libre, cuando se empezó a interesar por el teatro, que ha hecho su nueva profesión tras la jubilación. Ahora, a sus 80 años ya se ha convertido en actor profesional, trabajando con Antonio Resines, Luis Tosar, e incluso Antonio Banderas, quien quedó sorprendido con su historia de reconversión.
Antes de pisar un escenario, la vida de Alfonso era muy diferente. "Yo soy padre de familia numerosa, y los trabajos que he tenido tanto en la naviera como en las bodegas, eran trabajos superintensos, el ritmo era implacable", lo que le impedía dedicarse a otras cosas. "La verdad es que nunca, hasta los 65 años, me había planteado hacer teatro", pero nos confiesa que en casa, contaba cuentos a sus hijos, y ya hacía voces, que hoy también usa para sus trabajos de doblaje y su teatro de títeres.

"Nunca había hecho teatro antes"
El punto de inflexión que cambió la vida de Alfonso llegó a los 65 años, cuando dejó de trabajar por las tardes y se apuntó a clases de pintura, piano y también de teatro. Fue de manera fortuita, "vi un cartel que ponía clases de teatro, entré y pedí actuar directamente. No quería empezar desde cero, sino ponerme con los que ya están trabajando", nos cuenta. Y así es cómo hizo una prueba para la obra clásica de Eurípides y se convirtió en el actor titular de la compañía que representaría al Rey Creonte, uno de los personajes principales de la obra.
"Ahí empezó todo. Me subí al escenario y realmente me encontré a mi mismo". Descubrió además una versatilidad que no sabía que poseía: "No sabía que yo podía ser aquel aquel Rey Creonte malo, o podía ser también el Scrooge de Dickens, que luego se convierte en una persona muy buena...". Desde aquel debut, la carrera de Alfonso ha seguido evolucionando con diversos proyectos en cine, televisión, publicidad junto a figuras destacadas del panorama artístico español: con Antonio Resines en la película Mikaela, con Luis Tosar en la serie Salvador, en la serie Muertos SL...

Su experiencia con Antonio Banderas
También ha hecho publicidad en España y Portugal, escrito y dirigido un corto sobre la soledad de los mayores... Y nos explica cómo al principio de su carrera como actor, entró en una agencia que llevaba Antonio Banderas y que más tarde, éste le llamó para hacer una campaña para una red social de actores. "Antonio Banderas, que me conocía, me llamó y me dijeron a ver si quería hacer una campaña, precisamente, sobre mayores actores", nos cuenta. Recuerda que el actor malagueño quedó sorprendido de su historia de reconversión y la compartido en redes.
Banderas destacó se refirió a él como "la emocionante la historia del abogado malagueño Alfonso García Venzuela que a sus 72 años decidió ser actor". Aunque Alfonso aclara: "Yo no soy un malagueño, soy nacido en Bilbao", pero lleva muchos años viviendo en Marbella. Alfonso ha rodado también anuncios en Portugal tras recibir una llamada de un director portugués para hacer de marinero. La razón era muy clara: "la gente de Portugal estaba aburrida ver siempre las mismas caras eran cuatro actores mayores que entonces quería cambiar aquello. La verdad es que gente de edad – 80 años– en este sector hay poca".

"No es verdad que ser mayor te aleje de las cosas que quieres hacer"
Este tipo de experiencias reafirman su convicción de que, aunque "el hecho de tener una cierta edad pues de alguna manera parece que te aleja de de cosas que puedas hacer, no es la verdad", sostiene. Aún así, es consciente de la percepción social hacia las personas mayores. "Hay quien nos ve como máquinas en desuso que hay que desterrar y que aparcar". Sin embargo, él mismo es la prueba viviente de que la vitalidad y la capacidad creativa persisten.
Actualmente, tiene entre sus proyectos una "tourné" con la Junta de Castilla de León y un cortometraje pendiente de estreno, además de un libro de memorias. "No hay que dar un paso atrás ni para coger impulso", defiende, pero recuerda que no siempre es fácil. "Durante el Covid me quedé con muletas porque no me funcionaba la pierna derecha", nos cuenta. Aún así, afirma que "la vida es preciosa" y que hay que estar "a tope y disfrutar de cada momento". Para él, el futuro no es un horizonte lejano e incierto, sino el presente continuo: "Como yo digo, el futuro para mí, son los próximos 5 minutos".