Un jubilado de 80 años construye una casa en su jardín para evitar ir a una residencia
El matrimonio apostó por una vivienda de madera prefabricada
Con 80 años y decidido a evitar la residencia, Richard, un hombre francés, y su esposa han decidido construir una casa de madera en el antiguo jardín familiar, ahora propiedad de su hija. Una vivienda funcional y adaptada que les permite conservar su autonomía sin renunciar al apoyo familiar.
“Nuestra antigua casa, de 130m², no era muy adecuada para personas mayores. El dormitorio y el baño están en la planta superior y se accede a ellos por una escalera demasiado estrecha para instalar una silla salvaescaleras. Esto habría sido un problema el día que perdiéramos la movilidad”, explica Richard, de 81 años al medio francés Figaro Inmobilier.
Para seguir viviendo cerca de su familia y adaptar su día a día a sus necesidades futuras, decidieron levantar una vivienda independiente de unos 80m² en la parcela de su hija, situada en Bagneux, en una tranquila calle sin salida.
La nueva casa se ha diseñado pensando en la accesibilidad. En la planta baja se encuentran el salón, una cocina abierta, un dormitorio y un cuarto de baño adaptado. La planta superior, más residual en su uso diario, cuenta con dos habitaciones destinadas a los nietos.

El presupuesto inicial del proyecto era de 150.000€, cantidad que querían cubrir sin recurrir a ningún préstamo debido a su edad. Tras consultar a varios arquitectos y encontrar propuestas demasiado caras, el matrimonio optó por una empresa especializada en construcciones de madera llamada ID Maisons Bois. Esta opción no solo ajustó el precio a lo que podían permitirse, sino que ofrecía la ventaja de una rápida instalación gracias a la prefabricación.
La tramitación fue rápida. La empresa se encargó de gestionar el proyecto y el permiso de construcción se aprobó en menos de tres meses. La estructura exterior quedó instalada en apenas dos semanas, aunque el proceso precisó cierta logística adicional, las piezas tuvieron que transportarse paleta a paleta por la dificultad de acceso a la parcela.
Las obras comenzaron entre febrero y mayo de 2024 y la familia se mudó en noviembre, a tiempo para comprobar el rendimiento térmico de la vivienda durante el invierno. Según explican, la sensación de aislamiento y confort es notablemente mejor que en su anterior hogar.
El coste final fue de 135.000€, que ascendieron a 150.000€ al incluir la cocina, los electrodomésticos y otros equipamientos. Este importe equivale a unos dos años y medio de estancia en una residencia de mayores a 2.550€ por persona y mes. La inversión se repartió entre el matrimonio (dos tercios) y la hija (un tercio).



