El Pacto de Toledo, en la encrucijada: cómo pagar las pensiones 'boomer' sin dañar a los jóvenes
UGT, CCOO y grandes expertos en pensiones ponen 'deberes' al Pacto, que cumple 30 años
El Gobierno alerta que agitar un conflicto generacional por las pensiones amenaza la cohesión social
El Pacto de Toledo cumple 30 años y "está más vivo que nunca", como organismo garante de las reformas para sostener el sistema de pensiones, según proclama el Gobierno. Tanto la ministra de Inclusión y Seguridad Social, Elma Saiz, como el secretario de Estado, Borja Suárez, enfatizan que las recomendaciones de esta comisión parlamentaria, presidida por Mercè Perea, son esenciales, la "guía para las actuaciones que se deben adoptar en los próximos años".
Si bien reconocen problemas estructurales, como el envejecimiento poblacional o la brecha de género, estos tres responsables afirman que el consenso del Pacto de Toledo garantiza la sostenibilidad de las pensiones futuras, así como la revalorización con el IPC para mantener el poder adquisitivo, a pesar del desafío de la jubilación boomer.
Por el contrario, el consenso de expertos consultados por 65YMÁS creen que el Pacto de Toledo debe ser menos político y más técnico (para Fedea y el Instituto Santalucía, se ha convertido en una "subasta entre partidos para ver quién promete más a los pensionistas"), y avisan de problemas a medio y largo plazo, con una encrucijada: garantizar las pensiones de hoy, las de los boomer y las futuras de los jóvenes, en un entorno de "insostenibilidad financiera, debido al desequilibrio generacional provocado por las últimas reformas". Urgen a implementar cambios estructurales, que rebajen el coste de las pensiones, para que los jóvenes no paguen los platos rotos.
Mientras tanto, los sindicatos UGT y CCOO, miembros de la Mesa de Diálogo en pensiones, ven el Pacto de Toledo necesario para el futuro del sistema de pensiones, y también le ponen deberes: seguir trabajando en aspectos pendientes, como las propuestas concretas referidas a mujeres, a las rentas mínimas, o las penalizaciones por jubilación anticipada forzosa, o el fortalecimiento del Fondo de Reserva.
José A. Herce: "Las pensiones no son más sostenibles, sino menos"
"No soy un entusiasta del Pacto de Toledo. Desde que se creó, para no mezclar las pensiones con la política, estos dos ámbitos no han dejado de mezclarse, con la política el partidismo y el extremismo de uno y otro lado. Hoy, las pensiones de la Seguridad Social no son más sostenibles que en 1995, sino menos, ya que el enorme déficit contributivo se financia con deuda, no, como se cree mucha gente, con transferencias del Estado que vienen de Marte. Los técnicos han brillado por su ausencia en estos 30 años, habiendo dominado los políticos y los interlocutores sociales todos los debates".
Así lo critica José Antonio Herce (@_Herce), doctor en Economía, socio fundador de LoRIS Retirement, patrono de la Fundación AGE (Activos de Gran Experiencia) y uno de los mayores expertos en pensiones en España. A su juicio, "las reformas, que han sido muchas, no han hecho más que extender el desequilibrio financiero y encarecer el coste del trabajo de calidad".
De cara al futuro, insta a poner el foco en "la irracional fórmula de cálculo de las pensiones. Esta debería pasar a considerar solamente las cuotas efectivas de toda la vida laboral, actualizadas con el IPC y, sobre la base de su suma, calcular la pensión, a la edad de jubilación elegida a partir de una edad mínima, como si fuese una renta vitalicia pura. Así desaparecerían las arbitrarias penalizaciones y bonificaciones por jubilación anticipada o demorada, figuras que ya no tendrían ningún sentido".

Miguel A. García: "La reforma de 2020 rompe el equilibrio generacional"
A juicio de Miguel Ángel García (@magarciadiaz), profesor de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) e investigador de Fedea, el sistema de pensiones debería alcanzar un compromiso de prestaciones compatibles con una sostenibilidad financiera que cuide un equilibrado reparto de esfuerzo entre generaciones (equidad).
"La última reforma de 2020 ha roto este equilibrio, al apostar por proteger el statu quo de los pensionistas manteniendo unas prestaciones desproporcionadas con sus aportaciones (1,6 euros por euro aportado después de actualizarlo con la mejora del PIB nominal durante su vida profesional) y, además, garantizar su actualización con el IPC en cualquier circunstancia", critica.
Considera que el Pacto de Toledo debería retornar al camino seguido en el periodo 1995-2013, adoptando medidas para contener el crecimiento del gasto en pensiones, si bien el tiempo para hacerlo de forma gradual se ha estrechado mucho. Más en detalle, expone que "se ha elegido remunerar a los pensionistas con renta que España todavía no ha generado. Esta decisión, cuando llega a la jubilación la generación baby boom, la más numerosa de la historia, implica un muy fuerte aumento de un gasto (entre 3,5 y 5,5 puntos de PIB en 2050) sobre un nivel que ya es superior a la media de la zona euro; y necesita de transferencias del Estado por 3,7 puntos de PIB para pagar las pensiones contributivas".
En definitiva, alerta de que "el aumento del gasto lo deberán pagar las siguientes generaciones reduciendo su renta disponible, es decir, viviendo peor. Con el riesgo añadido de asistir a una crisis fiscal que obligue a una reducción abrupta y desordenada de las prestaciones (el gasto en pensiones es el 30% del gasto de las AAPP).
Cristina Estévez: "Brecha de género y rentas mínimas, deberes pendientes"
Por su parte, Cristina Estévez (@CrisEstevez_UGT), secretaria ejecutiva de UGT (@UGT_Comunica), hace hincapié en que el Pacto de Toledo (las fuerzas políticas), por un lado, y el diálogo social, es decir, los interlocutores sociales con el Gobierno, por otro, constituyen las dos patas que sostienen el sistema público de pensiones, y valora que las reformas de los últimos 5 años, bajo el paraguas del Pacto Toledo, han reconfigurado los parámetros del sistema "de forma suficiente para consolidar la sostenibilidad financiera y la social".
Estévez, miembro de la Mesa de Diálogo oficial en pensiones, califica el Pacto de Toledo de "imprescindible para el futuro de las pensiones", y recuerda aspectos pendientes, como las propuestas referidas a mujeres, en la recomendación número 17. "Las modificaciones normativas de los últimos años, con objeto de reducir la brecha de pensiones entre mujeres y hombres (32%), no han dado los resultados esperados, por lo que tenemos que seguir trabajando". También reclama "rentas mínimas suficientes, tanto en el ámbito contributivo como en el no contributivo".
Para la secretaria ejecutiva de UGT, es necesario abordar "las injustificables diferencias en cuanto a la reducción de las pensiones que reciben las personas que se ven obligadas a anticipar contra su voluntad la edad de jubilación respecto a la que les habría correspondido, por haber perdido su puesto de trabajo, en comparación con la reducción de la pensión que, por unos periodos similares, se les aplica a las personas que no alcanzan los 36 años y medio necesarios para obtener pensión completa". Asimismo, el Fondo de Reserva debe seguir fortaleciéndose.
Carlos Bravo: "Equilibrio entre suficiencia, sostenibilidad y equidad"
"La experiencia de 30 años demuestra que la fortaleza del sistema reside en el modelo de concertación y gobernanza participativa, y que el debate sobre las pensiones puede y debe resolverse por la vía del acuerdo, con equilibrio entre suficiencia, sostenibilidad y equidad", establece Carlos Bravo, secretario confederal de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO (@CCOO).
A su juicio, los principales retos futuros del Pacto de Toledo y del sistema serán:
- Consolidar el equilibrio financiero, reforzando la recaudación y la contributividad real.
- Mantener el poder adquisitivo y la suficiencia de las prestaciones.
- Completar la plena equiparación de autónomos y asalariados en protección social, en el marco de la concreción completa del principio de cotización por ingresos reales de toda la población trabajadora.
- Mejorar los mecanismos de solidaridad y corregir brechas de género, edad y situaciones de vulnerabilidad.
- Mantener el marco de consenso político y concertación, con revisiones periódicas para adoptar las medidas complementarias que puedan precisarse para mantener los objetivos anteriores.
Bravo es rotundo al afirmar que "30 años después, el Pacto de Toledo sigue representando un ejemplo de madurez democrática y de compromiso compartido".
Enrique Devesa: "Apostar por cuentas nocionales como solución estructural"
"El objetivo inicial del Pacto de Toledo, de aislar las pensiones de la política, se ha diluido", critica Enrique Devesa (@DevesaCarpio), doctor en Economía e investigador del IVIE (@Ivie_news), para quien esta es una de las razones que explican que "el Pacto de Toledo no esté siendo útil, ya que el tema de las pensiones es muy sensible y prioritario para todos los partidos políticos, por el importante número de pensionistas que votan".
Ante los problemas estructurales de las pensiones en nuestro país, Devesa propone una "reforma estructural, que supondría pasar a un sistema de cuentas nocionales", el cual considera "más transparente, eficiente, equitativo y sostenible que el actual". Afirma que para ello tan solo falta voluntad política, habida cuenta de que este sistema ha funcionado bien en otros países.

José Manuel Jiménez: "Incorporar la longevidad al cálculo de la pensión"
El director del Instituto Santalucía, el economista y actuario José Manuel Jiménez (@yimy65), valora el hecho de que el Pacto de Toledo haya sentado las bases, desde el consenso político, de las reformas de pensiones de las últimas décadas: "Un ejemplo positivo para poder extrapolarlo a otros ámbitos como educación o sanidad".
No bstante, considera que "las ultimas reformas se han olvidado de la filosofía inicial del Pacto y han empeorado el equilibrio generacional".
Más en concreto, expone que los cambios demográficos y la jubilación de baby boom tienen que hacer que el "Pacto de Toledo retome las medidas paramétricas para la reducción del gasto e incorporar reglas para que se incorpore la longevidad dentro del calculo de la pensión".
Manuel Álvarez: "Avanzar en sistemas complementarios de pensión"
Manuel Álvarez, exasesor del Ministerio de Seguridad Social, colaborador honorífico de Ocopen y autor del libro 'Pensiones: la promesa rota', estima que el Pacto de Toledo "ha permitido abordar cuestiones sensibles —edad de jubilación, suficiencia de prestaciones, separación de fuentes, reglas de cómputo— con una mirada de Estado. Ese marco ha dado legitimidad social a reformas complejas".
Sin embargo, para los próximos años, "los retos del futuro requieren ampliar la mirada. Hasta ahora, el esfuerzo reformista se ha concentrado casi exclusivamente en el primer pilar, el sistema público de reparto, y debe en adelante profundizar en el desarrollo de los sistemas complementarios de pensiones, tanto el segundo pilar (planes de empleo) como el tercer pilar (ahorro individual de largo plazo)".

Fernando Martínez-Cue pide un grupo de trabajo en previsión social
Para Fernando Martínez-Cue, asesor estratégico en pensiones y asociado en LoRIS, es necesario alzanzar un Pacto de Estado por las pensiones con vocación de permanencia, incorporando específicamente la previsión social complementaria, para lo cual sugiere crear un grupo de trabajo específico dentro del Pacto de Toledo.
"El volumen de ahorro-jubilación ha sido muy modesto, a pesar de la recomendación 16ª del Pacto de Toledo", puntualiza, añadiendo que "tras 38 años de regulación, la negociación colectiva, aunque importante, no es suficiente para generalizar la tasa de cobertura de planes de pensiones de empleo (el 12,5%) ni alcanzar el objetivo del Gobierno del 80%". Para incrementar la participación, propone medidas como introducir el auto-enrolment (adscripción automática por defecto) a los trabajadores en planes de empleo, dando la opción de salirse (opt-out). Esto requeriría consenso para superar las limitaciones constitucionales (Artículo 41).
Martínez-Cue resalta asimismo la necesidad de flexibilizar los límites de aportación del trabajador a planes de empleo en el IRPF.
Mariano Jiménez: "Llevar la previsión social empresarial a la Mesa de Diálogo Social"
"Debemos celebrar que una institución tan excepcional en nuestro entramado político e institucional como el Pacto de Toledo haya perdurado 30 años. Nació para garantizar la sostenibilidad y suficiencia del sistema de pensiones, alejarlo del debate partidista y buscar consensos perdurables, incorporando (lamentablemente cada vez menos) opiniones expertas de profesionales", valora Mariano Jiménez, presidente de la Organización de Consultores de Pensiones (Ocopen @OCOPEN_).
Si bien resalta "su singularidad y contribución en un entorno cada día más polarizado", puntualiza que uno de sus retos más importantes, aparte de la necesaria sostenibilidad del sistema público, será "la definitiva extensión de la previsión social complementaria, de forma que logremos un adecuado equilibrio, hoy precario, entre los tres pilares (sistema público, sistemas de pensiones de empleo y sistemas individuales)".
Jiménez lamenta que, aunque desde sus inicios el Pacto ha aprobado algunas recomendaciones para impulsar los sistemas complementarios, sobre todo los de empleo, las recientes reformas, especialmente ambiciosas en los últimos años, no han dado los frutos deseados. "Por eso, instituciones como Ocopen, el IAE y el Observatorio de la U.B. propugnan conjuntamente un pacto político y social sobre el desarrollo de la previsión social complementaria en España, que debería tratarse como materia prioritaria y estratégica en el marco del Pacto Toledo, creando una subcomisión específica y, adicionalmente, elevando la previsión social empresarial a la Mesa de Diálogo Social como materia con entidad propia, necesitada de consensos entre los agentes sociales", hace hincapié.



