
Viviendas alternativas para mayores: del cohousing al coliving
Quizás hayas oído hablar de ellas, pero no sabes exactamente qué son

Un aspecto poco conocido entre los que se acercan a la jubilación son los nuevos modelos de vivienda colaborativa, como el cohousing o viviendas colaborativas que han ido ganando peso poco a poco en nuestro país. Quizás hayas oído hablar de ellas, pero no sabes exactamente qué son.
Se trata de nuevas formas de convivencia comunitaria que se basan en vivir acompañado y compartir espacios y servicios con otras personas, que ha tenido un especial calado entre personas mayores como un intento de planificar una vejez "alternativa" a la tradicional de las residencias. Aquí te explicamos sus principales diferencias:

Cohousing
El cohousing consiste en una vivienda colaborativa en la que habitan un grupo de personas. Estos residentes comparten unas zonas comunes, pero cada uno tiene su espacio individual. Los límites entre lo común y lo individual se adapta a las necesidades de este grupo. Un ejemplo de ello lo vemos en la propia ciudad de Madrid con el proyecto Entrepatios. Aquí las personas no alquilan o tienen en propiedad la vivienda, sino que disponen de un derecho de uso.
El bloque de edificios se hace a medida del grupo de personas que ha invertido en él, de modo que hay unas viviendas individuales pero con servicios comunes, todo al margen de las imposiciones del sector inmobiliario. Este modelo ha alcanzado popularidad en Dinamarca, sobre todo en el sector sénior ya que es una forma de mantener tu independencia, pero con la posibilidad de disponer de compañía (ya que el grupo se conoce previamente) y de servicios que hagan la jubilación más amena.

Coliving
Respecto al modelo anterior, tiene varias similitudes y a la vez diferencias. En el coliving las personas disponen de espacios individuales y servicios comunes, pero el público al que se dirige suelen ser personas que se desplazan a diferentes lugares por temas de trabajo y cuyas estancias son breves. De este modo, la comunidad en el edificio va cambiando continuamente. Al mismo tiempo, estas personas tienen que pagar un alquiler tradicional por vivir ahí.
A su vez, la principal diferencia suele ser el uso que se le da a estos modelos. En el cohousing las personas son familias o personas mayores que quieren disfrutar de la vivienda y sus vecinos durante largo tiempo, mientras que en el coliving tiene un público más joven con la posibilidad de cambios instantáneos en su vida.