
'Revolución Sénior' y divorcios grises: "Vivimos más y nos aguantamos menos"
Martes 7 de octubre de 2025
ACTUALIZADO : Martes 7 de octubre de 2025 a las 16:16 H
5 minutos
Ana Bedia, en 'Más de uno Madrid', programa dirigido y presentado por Pepa Gea

En España, en 2024, se registraron cerca de 83.000 divorcios, un repunte del 8,2% tras dos años a la baja, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Pero el dato llamativo no es este, es que el 31% de esas rupturas ocurrió tras 20 años o más de matrimonio y entre mayores de 50 años. ¿Qué está pasando en los matrimonios sénior? ‘Revolución sénior’ tiene la respuesta. Este ha sido el tema central de la sección en la que los martes Ana Bedia, directora de 65YMÁS, rompe estereotipos y pone en valor a los sénior en el programa 'Más de uno Madrid', presentado y dirigido por Pepa Gea en Onda Cero Madrid de lunes a viernes de 12:30 a 14:00 horas.
Y es que estamos ante toda una tendencia, que está ganando fuerza no sólo en España sino en varios países del mundo, y que ya tiene nombre propio. A los divorcios de parejas de más de 50 años que han estado juntas durante mucho tiempo se les denomina: “divorcios grises”.
“Divorcios grises” es un término acuñado por Susan Brown, una socióloga estadounidense, para hacer referencia al aumento de las rupturas entre los sénior que se está observando en las últimas décadas.

Ana Bedia ha explicado que los expertos consultados por el diario señalan como los principales motivos por los que rompen estas parejas tienen que ver con la llegada a la jubilación y el nido vacío. En definitiva, con la convivencia en pareja.
Cuando se comienzan estas etapas vitales, en las que se deja de trabajar o los hijos se van de casa, el matrimonio puede vivir o una segunda luna de miel o todo lo contrario.
Es algo parecido a lo que pasa con el aumento de los divorcios que se producen anualmente en septiembre, tras las vacaciones de verano. "Las parejas pasan de verse unas horas al día a estar 24 horas juntos, lo que lleva a que se manifiesten las incompatibilidades y a que el estrés de la convivencia genere fricciones que acaban con una ruptura tras años de matrimonio".
Muchas de estas parejas, sobre todo las mayores de 70 años, no han tenido una vida en común, ya que normalmente las mujeres se han quedado en casa atendiendo a las necesidades de la familia y ellos han trabajado fuera, explican los expertos.
En estas situaciones se dan varios problemas: ellos se encuentran que no saben cómo gestionar ese tiempo libre del que ahora disponen, lo que genera encontronazos; y por su parte, las mujeres, que han dedicado toda su vida al cuidado del hogar y los hijos, se sienten como "sirvientas de su marido”, ya que en la nueva rutina el hombre pasa a estar en el hogar sin ninguna ocupación y ellas siguen haciendo las tareas que realizaban a diario sin ayuda ni colaboración por parte de su pareja.
La situación económica también influye en el aumento de divorcios tras la jubilación, porque "en muchas ocasiones los ingresos se ven disminuidos y eso provoca, como dice el refrán, que cuando la pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana".
Las mujeres son las que suelen dar el primer paso e inician el proceso de divorcio, por todo lo que comentábamos antes: la insatisfacción con la vida en pareja tras la jubilación, a la que se suma una situación de “nido vacío”, en la que los hijos se marchan y desaparece la obligación de mantener la unidad familiar. Los hijos, que en otras edades pueden ser un motivo para no divorciarse, en estas edades ya no lo son.
Además, hay que destacar que la independencia económica femenina ha sido determinante en este fenómeno de los divorcios grises. Antes muchas mujeres no se separaban porque no habían cotizado y dependían de su marido. Hoy, al tener ingresos propios, pueden tomar decisiones con más libertad.
Estos divorcios se diferencian de los de parejas más jóvenes en que ya no hay menores de edad ni pensiones alimenticias, lo que elimina un foco habitual de conflicto en los juzgados. Sin embargo, tras tantos años juntos, el patrimonio acumulado suele ser mayor y el reparto de bienes adquiere una importancia central. En este sentido, los expertos explican que los aspectos legales más relevantes son la pensión compensatoria, el reparto del patrimonio y, en ocasiones, la liquidación de sociedades.