Miriam Gómez Sanz
Alimentación
Adiós al 'plato de Harvard': desmontan el mito para comer saludable
Un estudio español detecta déficits en energía, fibra y micronutrientes clave

La herramienta del Plato para comer saludable no siempre garantiza las necesidades nutricionales recomendadas. Así ha concluido una investigación para evaluar la ingesta de nutrientes en relación con las recomendaciones dietéticas para adultos españoles, llevada a cabo por la Universidad de Córdoba (UCO) y la Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla, con la colaboración de investigadores de las universidades Complutense de Madrid, Valladolid y CEU San Pablo.
Según ha detallado la UCO, el Plato para comer saludable (Healthy Eating Plate en inglés) es un método inventado por la Universidad de Harvard para organizar comidas sanas y equilibradas. Este modelo, muy utilizado en educación nutricional, ofrece una imagen gráfica donde se combinan las cantidades de frutas, verduras, cereales, proteínas o lácteos recomendadas.
En España, se adapta y se recomienda por parte de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). Sin embargo, hasta ahora no había estudios científicos que respalden que esta herramienta ofrezca un aporte suficiente de los nutrientes recomendados para la salud.

Plato para comer saludable. Fuente: Harvard
El modelo de Harvard, bajo la lupa
En busca de esa evidencia científica, los investigadores han contado con una muestra de estudiantes de Nutrición, de los que se esperaban mejores ajustes a raciones y porciones por estar más formados que la población en general.
En este contexto, 46 de estos estudiantes se sirvieron platos de seis tamaños diferentes siguiendo las recomendaciones del Plato para comer saludable y se encontró que "más del 50% de los platos no cumplía con los requerimientos nutricionales para el almuerzo de un adulto joven".
También "se encontró una gran variabilidad en las cantidades servidas y un sesgo por el tamaño del plato: para casi todos los casos, a más diámetro del plato, mayor era la cantidad de comida servida, superando la proporción esperada, lo que sugiere que la interpretación de la herramienta es muy subjetiva", ha explicado Rafael Moreno, catedrático del Departamento de Bromatología y Tecnología de los Alimentos de la UCO.
Además, un comité de expertos en nutrición analizó 63 platos servidos en una cafetería universitaria durante cinco semanas. Registraron los pesos de los ingredientes y calcularon los valores nutricionales a partir bases de datos alimentarias. Así, se han calculado las 67.392 combinaciones de platos posibles, a partir de 36 ingredientes proteicos, 18 cereales, 13 vegetales y ocho frutas.
El resultado fue que un 50% de las combinaciones no cumplió con los requerimientos nutricionales recomendados, especialmente en energía, hidratos de carbono, fibra, calcio, magnesio y hierro, y potasio para mujeres menores de 60 años.
Así, tanto en el plano teórico (los platos diseñados por el estudiantado) como en el plano real (los servidos en el comedor), más del 50% de los platos analizados no garantizaron las recomendaciones nutricionales en nutrientes clave.

Riesgos del 'Plato Saludable'
El estudio destaca que, si bien el bajo contenido energético de muchos platos podría ser útil en estrategias de pérdida de peso, hay que ser conscientes de los déficits potenciales de micronutrientes esenciales para evitar deficiencias nutricionales a corto y medio plazo.
"Aunque el concepto del Plato Saludable es fácil de entender y puede promover el consumo de frutas y verduras, nuestra investigación muestra que su aplicación práctica como herramienta para componer una comida real puede ser imprecisa y nutricionalmente insuficiente", han afirmado los autores del estudio. "Hasta ahora, no existían datos experimentales que validaran su suficiencia nutricional".
Los autores recomiendan "mucha cautela" en el uso del Plato Saludable como herramienta de educación nutricional o en entornos clínicos hasta que se realicen más estudios con datos experimentales que respalden su eficacia. Además, han avisado de que su uso habitual podría llevar a aportes insuficientes de numerosos nutrientes, si no se supervisa adecuadamente.