65ymás
Alimentación
Éste es el peligro desconocido de comer demasiado deprisa
Es importante saber lo perjudicial que puede ser para la salud comer a un ritmo tan vertiginoso
Puede que alguna vez tengas un día complicado y apenas cuentes con un cuarto de hora para comer. Por un día no pasa nada. Sin embargo, en ocasiones hemos visto a comensales que están empezando el segundo plato cuando nosotros ni siquiera hemos probado el entrante. Si eres de las primeras personas, es importante que sepas lo perjudicial que puede ser para la salud comer a un ritmo tan vertiginoso.
El equipo de nutricionistas del Hospital Universitario Sanitas (Madrid) explica en su web oficial que "algunas investigaciones han llegado a demostrar que las personas que comen muy rápido tienen hasta un 115% más de probabilidades de desarrollar sobrepeso y obesidad". Y esto se debe en gran medida, al control que las hormonas ejercen sobre el apetito y la sensación de saciedad.
Las personas que comen despacio mantienen durante más tiempo esa sensación de saciedad, consumen mucho menos calorías que las personas que comen deprisa y tienen, además, un peso más estable. Al comer despacio conseguiremos esa sensación de saciedad en el mismo momento, pero con una gran diferencia: habiendo consumido muchas menos calorías.
La obesidad no es el único efecto negativo
El aumento de peso es uno de los aspectos negativos de ingerir alimentos sin pausa ni control. Pero no es el único efecto poco saludable que sufre el organismo si no dedicas el tiempo suficiente a comer. Estas son algunas de esas nefastas consecuencias:
- Malestar digestivo debido al reflujo que puede ocasionar la acidez de tanta comida o que apenas demos tiempo para masticar correctamente los alimentos. Si dedicáramos los minutos oportunos a cada bocado, aprovecharíamos mejor los nutrientes, así como sus maravillosos sabores.
- Comer de forma acelerada hace que se incremente el riesgo de sufrir patologías cardiovasculares, como alertan desde el Departamento de Bioquímica y Biotecnología de la Universidad Rovira i Virgili (@universitatURV).
- Damos un mal ejemplo a los niños de la familia. Por ello, los mejores consejos que deben recibir en este sentido pasan por seguir una dieta saludable, comer sin la televisión y evitar las prisas.
Buenos hábitos en la mesa
Para aquellos que quieran bajar la velocidad a la hora de comer, desde el Centro Médico Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (@TWCMED) recomiendan ser conscientes de cada bocado que nos llevamos a la boca y masticar a conciencia cada trozo. Si es posible, entre 30 y 40 veces cada porción.
Bebe agua de forma frecuente entre bocados y deja los cubiertos sobre el plato para hacer pequeñas pausas. De esta manera, le daremos tiempo suficiente al páncreas para que inicie la segregación de los jugos y enzimas necesarios para una correcta digestión. Todo esto teniendo en cuenta que lo recomendable es que una comida completa se haga en media hora.
Además, deberíamos evitar distracciones como ver la televisión o consultar el móvil, ya que lo único que hace es que comamos deprisa y sin control alguno. Y nada de comer de pie.