Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorEl aloe vera es una planta originaria de África y algunas zonas del océano Índico, aunque debido a sus usos y propiedades se empezó a comercializar y ahora el cultivo industrial se ha extendido a Filipinas, México y Estados Unidos. En España, es en las Islas Canarias donde mayor producción de esta planta hay.
Sus propiedades curativas vienen usándose desde hace más de 5.000 años, ya en la antigua Grecia era indispensables para curar úlceras y heridas y en Egipto para el cuidado de la piel.
El aloe vera tiene principalmente un uso externo. Su gel es un 99% agua y tiene un pH de 4,5, el mismo que la piel, lo que es ideal para usarlo directamente sobre ella para tratar problemas cutáneos.
Hay que tener en cuenta que las hojas de aloe vera contienen más de 75 componentes activos, 20 minerales, 20 aminoácidos y 12 vitaminas, lo que explica sus múltiples propiedades en terapias adyuvantes de otras patologías, en cosmética o como complemento de la alimentación.
No obstante, investigaciones en el cambio culinario y también la genialidad de algunos chefs reconocidos, ha hecho que cada vez más el aloe vera esté presente en la cocina.
Si bien no es una planta que destaque por su sabor, más bien es insípida, en el plano culinario resulta interesante, no solo por sus propiedades aglutinantes de salsas y como sustitutivo de la harina, también por sus nutrientes, los minerales que aporta y para realizar platos con el aloe vera como un ingrediente sólido más en ensalada y platos fríos, como entrante o postre acompañando algunas frutas. Incluso los chefs más osados lo han utilizado en forma de espuma o en helado. También se puede utilizar en platos calientes, como sopa, pero añadiéndolo al final para mantener intactas sus enzimas.
Cada vez más el uso del aloe vera se ha ido extendiendo a otros campos, si en un principio se usaba para remedios caseros, la medicina y la cosmética después y empieza a usarse ahora en la cocina, también ha llegado al mundo de las infusiones y la coctelería es que su pulpa, gelatinosa y traslúcida da mucho juego en cualquier preparación.
Cómo decía, el aloe vera no destaca por su sabor, es insípida, así que para usarla en nuestros platos lo ideal hacer que absorba el sabor de otros alimentos más potentes. Así, se puede combinar con platos salados, con encurtidos o bien dejándolo macerar con limón, pomelo, naranja, lima u otros cítricos que, además de aportar su sabor, también le darán color.
Triturando su pulpa, se puede utilizar su jugo para elaborar zumos y smoothies.
Si bien el aloe vera es un recién llegado a la gastronomía y su aparición en las cartas está reservada para los restaurantes con más renombre, poco a poco se irá ganando su sitio en las cocinas particulares como una opción muy interesante por su aporte nutricional y sus posibilidades culinarias.