¡Un día vas a perder la cabeza! Seguro que has oído esta frase en más de una ocasión. Si eres de los que vives siempre con prisas, quizás no pierdas la cabeza, pero las llaves es muy probable sí. ¡O cuidado! porque puedes cerrar la puerta dejándolas olvidadas dentro de casa e incluso puestas por dentro. Por si te ha pasado algo de esto o llega el día en el que te pase, toma nota de estos sencillos trucos para abrirla sin necesidad de llamar a un cerrajero.
La apertura de puertas por olvido o pérdida de llaves es una de las asistencias más comunes que atienden cada día los cerrajeros.
Entre los primeros consejos que podemos darte es que, además de hacer las cosas con tranquilidad, siempre tengas una copia de las llaves en casa de algún familiar, vecino o amigo que viva cerca. Pero si no es el caso y, siempre y cuando no tengas la cerradura echada, ya que de lo contrario necesitarías de la ayuda de un cerrajero, vamos a darte algunos trucos para que puedas abrirla fácilmente.
Llaves puestas en la cerradura
Lo primero que debemos preguntarnos en estos casos es si nuestra cerradura cuenta con cilindros con función de emergencia o son cilindros friccionados, ya que estos están preparados para abrir por ambos lados al ser totalmente independientes. En ese caso, podremos abrir sin problema desde fuera, aunque nos hayamos dejado la llave puesta al cerrar.
Si por el contrario no tenemos este tipo de cilindro, tendremos que recurrir a algunos trucos.
Alambre
En el caso de dejarnos la llave puesta por dentro es importante recordar si estaba girada o no. En el caso de que no esté girada podremos abrir la puerta con la ayuda de un alambre fino o algo similar. A continuación, basta con meter el alambre por la cerradura para intentar empujar desde fuera la llave que tenemos puesta al otro lado de la puerta. Con empujarla unos milímetros sería suficiente para poder meter nuestra llave (de repuesto).
Radiografía o botella de plástico
En estos casos de llave puesta pero sin girar también podremos ayudarnos para abrir la puerta de una radiografía, tarjeta o botella de plástico.
Aunque se trata de uno de los métodos más conocidos y más habituales para abrir puertas, incluso para los ladrones, debes saber que en las puertas y cerraduras modernas este método no es tan eficaz, aunque como en todo, es cuestión de probar y tener paciencia.
Para hacerlo tendremos que introducir la radiografía por el hueco entre el marco y la puerta, unos 20 cm. por debajo de la cerradura y a continuación, realizar movimientos verticales, de arriba abajo y de abajo arriba. Con introducir unos 3 o 4 centímetros de la radiografía será suficiente.
Si ves que no puedes introducir la radiografía por el hueco de la puerta tendrás que dar pequeños golpes con el pie en la puerta para conseguir holgura. Cuando encontremos dificultad deberemos dar golpes fuertes y cortos hacia arriba hasta abrir la puerta y con la otra mano hacer fuerza hacia dentro y fuera empujando la puerta.
Sin llaves en la cerradura
En el caso de que hayas olvidado las llaves dentro de casa (pero no puestas en la cerradura) o las hayas perdido y no tengas otras a mano, hay varios trucos para abrirla.