Cómo

Cómo realizar la higiene de una persona que se encuentra en cama

Victoria Herrero

Foto: Bigstockphoto

Sábado 8 de junio de 2019

3 minutos

Es importante respetar su intimidad en todo momento e ir lavando suavemente cada zona

Cómo realizar la higiene de una persona que se encuentra en cama
Victoria Herrero

Foto: Bigstockphoto

Sábado 8 de junio de 2019

3 minutos

Cuando una persona se encuentra encamada, sobre todo una persona mayor, apenas se mueve. Por tanto, debes ofrecerle tu ayuda para que, en la medida de lo posible, se mantengan las rutinas más básicas como comer o asearse. En este último punto, es importante asegurarse que su higiene sea óptima. No requiere mucha complejidad, lo único que necesitas es paciencia, cariño y tiempo.

Respetar su intimidad

Este aseo, aunque se trate de un familiar cercano, debe hacerse con todo el respeto del mundo para proteger su intimidad. Por ello, a la hora de lavarlo, te asegurarás de que haya privacidad cerrando la puerta y pidiendo que no os molesten durante la tarea. 

Antes de empezar, explica a esa persona cómo vas a proceder para que pueda colaborar, te ayude o exprese si se encuentra incómoda con alguna situación o postura. Y como va a estar sin ropa, mantén una temperatura agradable en la habitación y evita las corrientes de aire. Para que no se enfríe, no es necesario destaparle por completo, sino a medida que vas lavando zonas.

¿Qué útiles necesitas?

Recuerda tener todos estos elementos de aseo a mano para que la operación sea mucho más sencilla. No pueden faltar una palangana o recipiente para el agua, guantes, esponjas, toallas, peine, hidratante corporal, jabón y champú.

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Lavar el cuerpo poco a poco

Comienza comprobando el agua que vas a usar para el aseo, pues tiene que estar a una temperatura adecuada. A continuación, lava su cara teniendo especial cuidado para que no se le meta jabón en los ojos, la nariz o la boca. Después, es importante dejar la piel muy seca para eliminar cualquier rastro de humedad.

Pasamos ahora a lavarle el torso, el cuello, el abdomen, las axilas y los brazos. Y hacemos lo mismo con los pies y las piernas. La zona más delicada, tanto por cuestión de intimidad como por la cantidad de pliegues cutáneos, son los genitales, que deberás asear con una esponja distinta al resto del cuerpo. Además, en esta parte deberás ser especialmente cuidadoso. Con la ayuda de otra persona, pondrás al paciente en posición de decúbito lateral para seguir los mismos pasos de higiene por la parte posterior del cuerpo. 

Termina el aseo aplicando una buena crema hidratante por todo el cuerpo. Finalmente, quita la sábana bajera para colocar una recién lavada y procede al cambio de pijama para que la limpieza sea absoluta.

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Victoria Herrero

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