Carlos Losada
Cómo
Cómo hacer un bastón: medidas, maderas, empuñadura…
No solo tienes la opción de comprar uno, sino que puedes fabricarlo con tus propias manos
El bastón no siempre ha sido un elemento que únicamente ayudaba a caminar, sino que en algunas épocas aportaba un toque de distinción. Sea para un uso o para otro, tú mismo puedes hacer tu propio bastón si en vez de comprarlo quieres pasar un buen rato realizando manualidades. Te contamos cómo.
Elegir la madera
Lo primero que se necesita es conseguir la madera adecuada. Para ello tenemos la posibilidad de comprar un trozo del que tallaremos el bastón o recogerlo del campo de alguna rama caída. Recuerda que no puedes ir arrancando ramas ni talando árboles que no sean de tu propiedad, con lo que si no compras la madera, ten cuidado de dónde la consigues.
En cuanto a esa madera, debe ser lo suficientemente dura como para aguantar el peso de una persona al apoyarse, sobre todo si el bastón está destinado para una persona con problemas de movilidad. La de fresno, por ejemplo, es muy adecuada para estos menesteres y se trabaja bastante bien. Otras opciones habituales son la madera de castaño y la de avellano. Ambas son ligeras y bastante flexibles. Asimismo, el sauce también resulta una buena madera gracias a que no es demasiado dura para tallar y resulta flexible y resistente a la humedad.
Claro que si lo que quieres hacer es un modelo puramente ornamental, podrás incluso optar por el bambú, pues le otorgará un aspecto muy atractivo si lo trabajas bien -solían utilizarlo a comienzos del siglo XX-.
¿Qué medida debe tener el bastón?
Antes de ponerte “al tajo” debes tener muy claro cuál es la medida que has de tallar. Si no va a ser para nadie en especial, lo mejor será que elijas una más o menos universal de unos 92 o 93 centímetros, pero si está destinado para una persona concreta (tú mismo o algún amigo o familiar) lo más adecuado será que tomes las medidas exactas. En caso de que sea más corto o más largo, en lugar de ayudar, podría resultar incómodo e incluso provocar una lesión.
Para medirlo correctamente la persona a quien va destinada debe ponerse de pie y calzada con el tipo de zapato que suela utilizar. El mango del bastón debería estar a la altura de la articulación de la muñeca, con lo que esa será la medida elegida. Eso sí, ten en cuenta que debes contar el mango del bastón, no solo el cuerpo. Recuerda que si el bastón es para ti, habrás de pedir ayuda para que te midan la distancia y no trabajes en balde haciendo un bastón que luego no vayas a utilizar.
Tallar la madera
Cuando tienes la madera, se presentan ante ti dos opciones: por un lado, puedes tallar todo conjuntamente, es decir, la empuñadura y el cuerpo del bastón; y por otro, tienes la opción de tallar cada una de estas partes por separado. En ese caso, al finalizarlas deberás unirlas con un tornillo que irá encajado en ambas.
Para llevar a cabo este trabajo necesitarás algunas herramientas y, si es posible, disponer de un torno en el que puedas sujetar la pieza de madera. Si esta es muy grande, el primer paso será emplear un serrucho o una sierra que te permita eliminar grandes trozos de madera o dividir un bloque en dos o tres partes para hacer más bastones o para realizar la empuñadura en caso de que la moldees aparte.
Aparte del serrucho, también necesitarás:
- Gubias. Resultan esenciales para tallar cualquier tipo de madera, ya que con ellas es posible dar las formas adecuadas, ya sean rectas, curvas o incluso codillos. Asimismo, te ayudarán en caso de que quieras realizar alguna hendidura.
- Formones. Son similares a las anteriores, pero su corte es recto.
- Escofinas y limas. Una vez que le has dado forma al palo, toca dar los últimos retoques, es decir, dejarlo recto, sin desperfectos. Con las escofinas y las limas podrás repasar todo el trabajo y que quede perfectamente liso (en caso de que quieras que quede de este modo). Como no tienes prisa para terminar el bastón, vigila que el acabado sea el que deseas, ya que cuanto más lo repases y mejor sea el resultado, mayor durabilidad tendrá.
La empuñadura
La empuñadura del bastón ya hemos comentado que la puedes tallar de la misma pieza de madera o hacerlo por separado, uniendo ambas partes con un tornillo. Sea como fuere, es la parte más ornamental y además debe ser cómoda para que apoyarse sea agradable. Las más habituales son las curvadas y las que tienen forma de “t” (perfectas para quienes no pueden cerrar bien la mano y solo pueden apoyarse), aunque pueden utilizarse todo tipo de motivos en caso de que el uso que le demos al bastón sea menos “terapéutico”.
Una vez que tengas todo perfectamente tallado y preparado, deberás barnizar la madera para que dure más y aguante cualquier inclemencia. Además, le dará un brillo que hará que resalte más. Y en caso de que sean dos piezas las que formen tu bastón, para embellecer el resultado habrás utilizar un casquillo de bronce que enmascare el lugar donde se unen. De ese modo quedará mucho más elegante y el acabado será más profesional.
El último paso será poner el taco de goma que se sitúa en el extremo del bastón que se apoya en el suelo. Puedes comprarlo en cualquier ferretería y pegarlo en la base. Y ya tendrías tu propio modelo.