¿Cuántos días se necesitan para cambiar un hábito?

Si estás pensando en dejar un hábito que te está suponiendo algunas complicaciones en tu día a día, debes saber que nunca es tarde para cambiar. No importa la edad que tengamos, porque la plasticidad cerebral ha demostrado que el cerebro es moldeable y hoy sabemos que las neuronas generan nuevas conexiones que permiten estar aprendiendo hasta el día que morimos. 

Los hábitos son comportamientos que nuestro cerebro ha aprendido a producir sin pensar en ello. Por ello, cuando queremos dejar un hábito, tomar café por la mañana, por ejemplo, al principio el cerebro nos recuerda lo que tiene automatizado, ya sea el café, fumar, comer dulce o no practicar ejercicio, hasta que se reprograma y termina adquiriendo las nuevas reglas.

Existe una idea popular de que se necesitan 21 días para hacer un hábito. Desafortunadamente, eta idea es un mito que se originó en el libro Psico Cibernética de la década de 1960. 

Pero más recientemente, la ciencia ha sugerido que el cambio de hábitos en realidad tarda mucho más en ocurrir. Un estudio de 2009 descubrió que se tardaba entre 18 y 254 días en cambiar los hábitos. En promedio, el estudio encontró que los participantes tardaron 66 días en realizar repetidamente un hábito antes de que el hábito se volviera automático.

El número de días que tardaremos en acostumbrarnos es relativo. Depende de factores como la insistencia, perseverancia, habilidades, de las variables psicológicas de la personalidad y del interés que tengamos en ello. 

Esfuerzo y repetición 

Cualquier cambio de comportamiento duradero requerirá trabajo y muchas repeticiones. Porque los hábitos se aprenden a través de la repetición. Esta es la clave para convencer a tu cerebro de que vaya al gimnasio todos los días sin importar el esfuerzo que implique.

Además, todo lo que proporcione a nuestro cerebro sensaciones intensas de placer se aprende rápidamente, por lo que muchos de nosotros ya tenemos un conjunto de hábitos que nos gustaría cambiar. No es el caso de ir al gimnasio, ya que para la mayoría de personas no es un placer inmediato. 

Para motivarnos, debemos evaluar si el hábito contribuye a otros problemas incluido el impacto en la salud, trabajo, comportamiento y relaciones. En estos casos, vale la pena el tiempo y la energía requerida para romper ese hábito.

Según los expertos, para romper un hábito con éxito, debes concentrarte en lo siguiente:

1. Identificar los desencadenantes. Por ejemplo, observa si enciendes un cigarrillo después de momentos estresantes. Comprender las causas de que adoptemos hábitos poco saludables nos permitirá comprender mejor cómo deshacerse de ellos. 

2. Alterar el entorno. Si deseas dejar de fumar, es mucho más difícil fumar cuando no hay cigarrillos cerca. Ajustar el entorno puede ayudarnos. 

3. Encontrar un socio responsable. Mantener a alguien informado sobre cómo va nuestro hábito puede mantenernos encaminados hacia el objetivo. 

4. Cambiar hábitos inútiles por útiles. Si estás acostumbrado a beber cerveza en la cena, pero quieres dejar de beber, puedes cambiar esta bebida por otra más saludable que también te guste. 

5. Recompensarte. Las recompensas ayudan a tu cerebro a aprender que si vale la pena recordar un hábio. Por ejemplo, si deseas pasar menos tiempo viendo la televisión, puedes recompensarte por el tiempo que pases lejos de la pantalla haciendo algo que te guste. Así, el cerebro conecta la idea de pasar menos tiempo frente a la pantalla con algo placentero, y mejora las posibilidades de romper el hábito.