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Con estos síntomas sabrás si tu perra o tu gata está preñada

Marco Herrera

Foto: BigStock

Jueves 15 de agosto de 2019

5 minutos

Tanto en gatas como en perras, el tiempo de embarazo está alrededor de los 63 días desde que ovulan

Perra de raza chihuaua preñada
Marco Herrera

Foto: BigStock

Jueves 15 de agosto de 2019

5 minutos

Por fortuna, cada vez cuidamos más y mejor a nuestras mascotas. Viven en casa con nosotros, nos preocupamos por su alimentación, su ejercicio diario, sus manías y, por supuesto, su salud. Dentro de este terreno y cuando son hembras que no están esterilizadas o castradas, existe la posibilidad de que puedan estar preñadas. Bajo esta premisa, veamos los indicios que nuestras mascotas van dejando para que sepamos su estado en los dos animales domésticos por antonomasia: las perras y las gatas.

Gatas

El embarazo de un gato dura alrededor de 63 días. En las primeras semanas, generalmente no hay cambios externos. Sin embargo, una vez que estos comiencen a aflorar, los notarás. Cuando esté de tres semanas, debería experimentar algunos cambios notables en el comportamiento y la apariencia física.

Pezones oscuros

Alrededor de las tres semanas, los pezones de una gata preñada se oscurecerán y se agrandarán. También puedes notar una secreción lechosa en los pezones, aunque los gatos no comienzan a producir leche hasta después del nacimiento.

Enfermedad de la mañana

Al igual que los humanos, una gata preñada también puede pasar por un período de enfermedad. No todas las gatas tienen náuseas matutinas, pero si las tiene, vigílala y háblalo con tu veterinario si los vómitos se vuelven frecuentes o si el animal sufre malestar general.

Gata preñada

Vientre hinchado

A los 30 días, las gatas gestantes comienzan a desarrollar un abdomen redondeado e hinchado, una señal que no siempre es tan fácil de detectar. Una gata preñada ganará de uno a dos kilos en total, dependiendo de la cantidad de gatitos.

Anidamiento

Cuando quedan solo dos semanas de embarazo, una gata preñada puede comenzar a anidar. Puede elegir un lugar tranquilo y empezar a organizar mantas para crear un área de parto. Tu mascota también puede actuar más maternalmente, ser más cariñosa contigo y ronronear con más frecuencia. Al mismo tiempo, podría volverse menos tolerante con otros animales.

Ultrasonido positivo

La mejor manera de saber si tu gata está embarazada es visitar al veterinario y hacerle una radiografía o una ecografía. Las radiografías no muestran a los gatitos hasta los 40-45 días, cuando los esqueletos son visibles. Por su parte, los ultrasonidos se pueden realizar desde los 21 días, pero a menudo es difícil contar la cantidad de gatitos con una ecografía, en comparación con las radiografías. 

Perras

Los períodos de gestación de las perras son relativamente cortos: de 56 a 70 días, muy similar al de las gatas. Como resultado, actuar con rapidez ante los primeros signos de embarazo es crucial para garantizar un parto cómodo y seguro. Después de un examen adecuado, tu veterinario puede proporcionarte todas las instrucciones que necesitas para cuidar adecuadamente a tu perra embarazada.

Disminuye la actividad

Si tu perra se agota fácilmente o pasa más tiempo durmiendo, puede significar que está preñada. Para las perras que suelen ser muy activas, este cambio debe tomarse en serio. En cambio, para las que disfrutan durmiendo todo el día, puede ser más difícil notar la falta de energía. Si este es el caso, intenta prestar más atención a la rapidez con la que se cansa durante las caminatas.

Cambios en el apetito

El apetito de una perra preñada puede fluctuar de diferentes maneras, dependiendo del animal y la etapa de su embarazo. En las primeras semanas o a mitad de la gestación, puede comer menos o incluso vomitar ocasionalmente (el equivalente canino de las náuseas matutinas). Sin embargo, también puede comer más de lo habitual y estar insatisfecha con sus comidas. Estas fluctuaciones se corresponden con las hormonas cambiantes.

Comportamiento inusual

Puedes notar ciertos cambios en su comportamiento. Por ejemplo, la perra puede buscar el cariño de su dueño más a menudo. Una perra preñada puede pasar más tiempo a tu lado, queriendo atención adicional. Por otro lado, puede buscar el aislamiento, parecer deprimida o incluso irritable cuando se le presta atención.

Ecografía a una perra preñada

Pezones agrandados o descoloridos

Mientras que los pezones de una perra son normalmente pequeños, el embarazo hace que crezcan de tamaño durante las primeras etapas. Las areolas también se vuelven algo redondeadas, en comparación con su tamaño y forma habituales. Asimismo, puedes notar que los pezones se vuelven un poco más oscuros, lo que indica un aumento en el flujo sanguíneo. Más adelante en el embarazo, sus pezones pueden incluso gotear leche.

Aumento de peso y abdomen hinchado

A medida que los cachorros crecen, el abdomen de tu perra se ampliará. Este puede ser uno de los indicadores más claros del embarazo de una perra, especialmente si no hay otra razón para un aumento de peso repentino. Sin embargo, el agrandamiento del abdomen ocurre relativamente tarde, lo que significa que si lo notas, es hora de llevarla al veterinario.

Anidamiento

Como explicamos anteriormente con las gatas, durante las últimas semanas de embarazo, puedes notar que tu perra comienza a amontonar ropa y otros materiales disponibles para crear una zona de parto. También puede ponerse irritable y solitaria durante este tiempo, por lo que es mejor limitar su contacto con niños pequeños.

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Marco Herrera

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