
5 beneficios de montar en bicicleta, la afición de moda entre los sénior
Se trata de un medio de transporte saludable, que además es bueno para el medioambiente

Las cifras llaman la atención. El informe Strava 2024, cargado de datos y tendencias sobre los deportistas usuarios de su plataforma y app, aseguran que el ciclismo es el verdadero deporte rey.
El estudio combina miles de millones de datos de actividad de su comunidad global, de más de 135 millones de personas en más de 190 países, junto con estadísticas en una encuesta global aleatoria realizada a más de 5.000 personas activas, tanto usuarios como no usuarios de la popular aplicación. Llama la atención el aumento de la velocidad media en España, superando la media global de 19,6 km/h y estableciéndose en 21 km/h. También en el aumento de los kilómetros realizados de media en una salida, donde la generación del baby boom, de 45 a 65 años, aproximadamente, tiene la distancia más larga, con 86 km (24 km más que la media global).
Quizás seas un detractor de las bicicletas urbanas y pienses que entorpecen el tráfico y no son más que un estorbo, pero resulta que es un medio de transporte ecológico y saludable que ofrece muchos beneficios a sus usuarios. Actualmente muchas de las grandes ciudades europeas apuestan por este tipo de movilidad como principal método de transporte.
Los expertos de Quirónprevención nos cuentan cinco ventajas de utilizar la bici como medio de transporte en la ciudad y cómo evitar riesgos.
1. Beneficios para la salud
A nivel físico, Pedro Valverde, fisioterapéuta del centro médico Quimioprevención del Sardinero, Santader, apunta que es una herramienta de prevención muy importante:
- Reduce los niveles de colesterol en la sangre.
- Es una excelente forma de combatir la obesidad.
- Ayuda a mejorar la coordinación motriz.
- Mejora el sistema respiratorio y cardiaco.
- Reduce el riesgo de sufrir infarto o problemas cerebrovasculares.
- Protege del riesgo de padecer diabetes tipo 2.
- Tonifica los músculos.
- Ayuda a mantener la densidad de los huesos.
A nivel mental, Viriginia Parrado, psicóloga de Quirónprevención, señala que hay pocas preocupaciones cotidianas que resistan a un entrenamiento ciclista, mientras das pedaladas, tus problemas van perdiendo importancia y van quedando en un segundo plano:
- Reduce el estrés.
- Mejora tu humor.
- Aumenta tu autoestima
- Previene la ansiedad y la depresión.
- Mejora el rendimiento de tu cerebro.
- Previene el insomnio, te ayuda a dormir más y de forma más profunda.
A nivel social formar parte de un club, una peña o un grupo de amigos que sale en bicicleta te permite estar en contacto con personas que comparten tu misma afición.

2. Un medio ambiente más limpio
La bicicleta es un medio de transporte muy accesible para todos. Su inversión no es significativa y representa un ahorro a medio y largo plazo. Su coste de inversión es mucho menor que el de cualquier transporte privado.
Además, su mantenimiento también es muy económico: el 5% de lo que cuesta el mantenimiento de un coche. No requiere gastos en combustible, peajes, seguros o impuestos y sus repuestos son económicos y fáciles de conseguir..
3. Un medio de transporte muy económico
La bicicleta es un medio de transporte muy accesible para todos. Su inversión no es significativa y representa un ahorro a medio y largo plazo. Su coste de inversión es mucho menor que el de cualquier transporte privado.
Además, su mantenimiento también es muy económico: el 5% de lo que cuesta el mantenimiento de un coche. No requiere gastos en combustible, peajes, seguros o impuestos y sus repuestos son económicos y fáciles de conseguir.
4. Ahorro de tiempo
Moviéndonos en bicicleta llegamos antes a nuestro destino, puesto que evitamos los atascos en hora punta.
5. Aumenta la felicidad
Está demostrado que el uso continuo de la bicicleta como medio de transporte aumenta la felicidad en los usuarios. Esto sería extensible a la práctica de cualquier actividad física, que produce una sensación de bienestar por la segregación de endorfinas. Pero en este caso, hay que añadirle la eliminación del estrés por los tiempos de desplazamiento, la mejora de la salud en general, la mejora de la economía y que permite conocer más la ciudad y el entorno.

Precauciones
Es evidente que si vamos en bicicleta por una gran ciudad contribuimos a reducir la contaminación, y cuantos más seamos mejor. Pero sería ingenuo pensar que esto nos protege de toda la polución que circula a nuestro alrededor. Por ello conviene evitar las horas punta, que se concentran por las mañanas y entre las seis y ocho de la noche, no circular en avenidas con mucho tráfico y usar mascarilla si lo crees conveniente.
Si decides usar la bicicleta para todos tus desplazamientos y eres sedentario, fumador, tienes kilos de más o eres mayor de 50 años, debes prestar una especial atención a posibles dolores articulares, que afectan especialmente rodillas y caderas y otras consecuencias. En estos casos primero consulta a un profesional sanitario.
También deben conocerse los diferentes riesgos que pueden generar estos equipos que no son inocuos (no deben ser vistos o considerados como un juguete, sino como medios serios de transporte de personas), y saber las medidas preventivas, normas de circulación y medidas de protección necesarias para garantizar un mínimo de seguridad cuando las utilicemos.
Debemos saber que estos equipos deben estar sometidos a las directivas comunitarias europeas 2006/42/CE y normas armonizadas como EN 15194, EN 62479, DIN EN ISO 4210, etc., que dan lugar a su marcado CE, que garantizan que han sido diseñadas conforme a estándares de seguridad, y que el fabricante del equipo se hace responsable de su diseño y correcta fabricación.
Igualmente, no hay que manipular la estructura, ni su sistema de funcionamiento o velocidad. La modificación o tuneado de estos equipos, aunque pueda parecer una mejora del producto, introduce riesgos inequívocos sobre la seguridad de su uso.