La ciencia descubre otra consecuencia de no tratar la apnea del sueño
El uso de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) reduce el riesgo de párkinson
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De ella se dice que es el trastorno neurológico de más rápido crecimiento a nivel mundial, probablemente debido a una combinación de envejecimiento, mayor concienciación de su existencia (aumento de diagnósticos) y otros factores relacionados con el estilo de vida. Hablamos del párkinson.
Si bien se han propuesto algunas recomendaciones de expertos para modificar el estilo de vida y retrasar la enfermedad de Párkinson (EP), faltan aún algunas directrices basadas en la evidencia para su tratamiento. Una afección que está cobrando cada vez más importancia en relación con ella es el síndrome de apnea obstructiva del sueño, tanto por su creciente prevalencia, como por su conocida asociación con la disfunción cognitiva, como se documenta en un estudio de JAMA Neurology.
El síndrome se caracteriza por apneas (interrupciones momentáneas del ritmo respiratorio) y/o hipopneas (reducciones de la amplitud respiratoria) debido a una vía aérea superior comprometida, como se ilustra en un ensayo de Physiological Reviews. Esta obstrucción puede ser suficiente para causar hipoxemia arterial intermitente significativa e hipercapnia, lo que desencadena una cascada de eventos hemodinámicos, metabólicos e inflamatorios.
En el cerebro, esta hipoxia intermitente crónica provoca disfunción mitocondrial, un proceso que se cree que subyace a la patogénesis de la EP. Otra evidencia es que en personas con apnea, tanto la α-sinucleína total como la fosforilada están elevadas en plasma,y la disponibilidad del transportador de dopamina está reducida. como documenta una investigación..
Apnea y párkinson
Un nuevo ensayo revela que las personas con apnea obstructiva del sueño sin tratamiento tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, pueden reducir significativamente este riesgo mejorando la calidad del sueño mediante el uso de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP).
El estudio, publicado en el último número de la revista JAMA Neurology, examinó los registros médicos electrónicos de más de 11 millones de veteranos militares estadounidenses que recibieron atención a través del Departamento de Asuntos de Veteranos entre 1999 y 2022. La investigación fue dirigida por la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón (OHSU) y el Sistema de Atención Médica de VA de Portland. El párkinson afecta aproximadamente a un millón de personas en todo el país y el riesgo aumenta progresivamente año tras año para las personas mayores de 60 años.

Como hemos mencionado, el nuevo estudio sugiere que las personas con apnea del sueño no tratada tienen mayor riesgo de desarrollar Parkinson a largo plazo. Incluso tras ajustar para descartar factores de confusión como la obesidad, la edad y la hipertensión, el estudio halló una fuerte relación entre la apnea del sueño sin tratamiento y el párkinson. Entre millones de personas con apnea del sueño, quienes no se trataron con CPAP tenían casi el doble de probabilidades de padecer párkinson que quienes sí lo hicieron.
Dejar de respirar
"No es en absoluto una garantía de que vayas a tener párkinson, pero aumenta significativamente las probabilidades", ha declarado en un comunicado el coautor Gregory Scott, profesor asistente de patología en la Facultad de Medicina de OHSU y patólogo en el VA Portland.
"Si dejas de respirar y el oxígeno no está en un nivel normal, es probable que tus neuronas tampoco funcionen con normalidad", ha añadido, el Dr. Lee Neilson, profesor adjunto de neurología en OHSU y neurólogo del Hospital de Veteranos de Portland y autor también de la nueva investigación.
Y ha añadido: "Si sumamos esto noche tras noche, año tras año, podríamos explicar por qué solucionar el problema con CPAP puede aumentar la resiliencia contra enfermedades neurodegenerativas, como el párkinson”.
Neilson ha confirmado que tiene la intención de priorizar los beneficios para la salud del sueño profundo con sus pacientes, especialmente en vista de la investigación que revela un riesgo elevado de Parkinson. "Creo que cambiará mi práctica", ha adelantado.
Por su parte Scott ha recordado que si bien algunas personas con apnea del sueño se resisten al tratamiento con CPAP, se debe destacar la experiencia de muchos veteranos que confían plenamente en él. “A los veteranos que usan su CPAP les encanta. Se lo cuentan a otros. Se sienten mejor, están menos cansados. Quizás si otros conocen esta reducción del riesgo de enfermedad de Parkinson, esto convencerá aún más a las personas con apnea del sueño de probar la CPAP", ha insistido.



