La estimulación cerebral mejora la recuperación de la vista tras un ictus
Este método podría ofrecer una terapia más rápida y accesible para quienes han sufrido esta secuela
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Cada año, miles de personas que han sufrido un ictus padecen una secuela de la que poco se habla. Se trata de la hemianopsia, una afección que provoca la pérdida de la mitad de su campo visual (la 'línea media vertical').
La pérdida del campo visual se manifiesta en aproximadamente un tercio de los pacientes con ictus. Entre las diversas formas de defectos del campo visual, la hemianopsia homónima es la más común. Consiste en la pérdida de visión en la misma mitad del campo de visión de ambos ojos tras lesiones retroquiasmáticas unilaterales (es decir, que afectan al tracto óptico, el núcleo geniculado lateral, las radiaciones ópticas o la corteza occipital).
Limitaciones funcionales
Y desafortunadamente, estos déficits del campo visual se asocian, como queda reflejado en los estudios, a numerosas limitaciones funcionales en la lectura, la orientación y la conducción, entre otras, lo que disminuye significativamente la calidad de vida.
A pesar de la creciente demanda derivada del envejecimiento de la población, actualmente no existe una solución terapéutica aceptada. Las principales opciones clínicas son de carácter más compensatorio que restaurativo, lo que implica que no inducen una reversión o restitución significativa de los déficits visuales causados por el ictus.
Creencia falsa
Uno de los principales factores que contribuyen a la falta de un tratamiento establecido para la hemianopsia homónima proviene de estudios descriptivos iniciales que mostraron una recuperación espontánea limitada, con estabilización de los déficits del campo visual a los 6 meses del ictus. Esto llevó a la creencia de que el sistema visual tenía escasa capacidad de recuperación funcional. Sin embargo, llegan muy buenas noticias.
Como hemos comentado, actualmente no existen tratamientos que puedan restaurar satisfactoriamente la función visual perdida en la hemianopsia. La mayoría de las opciones disponibles se centran en enseñar a los pacientes a adaptarse a la pérdida de visión en lugar de recuperarla. Para lograr cierto grado de recuperación, se requieren meses de entrenamiento neurorrehabilitador intensivo para obtener, en el mejor de los casos, una restauración sólo moderada.
El desafío radica en cómo el cerebro coordina la actividad entre las regiones visuales, como entre la corteza visual primaria y el área mediotemporal (corteza visual secundaria), una interacción responsable de la detección del movimiento. Estas regiones normalmente operan de forma coordinada, intercambiando información mediante la sincronización precisa de ritmos eléctricos cerebrales conocidos como oscilaciones. Sin embargo, un accidente cerebrovascular suele provocar la interrupción de esta comunicación.
Estimulación cerebral
Diversos estudios sugieren que la estimulación cerebral externa no invasiva dirigida a estas oscilaciones podría ayudar a restablecer la comunicación alterada y desincronizada entre regiones cerebrales, mejorar el rendimiento y favorecer la recuperación visual. En este sentido, investigadores liderados por Friedhelm Hummel en el Instituto Neuro-X de la EPFL han probado un nuevo tratamiento que combina el entrenamiento visual con un enfoque de estimulación cerebral multifocal no invasiva para reorganizar la comunicación cerebral y mejorar la recuperación en casos de hemianopsia. Los hallazgos se han publicado en Brain.

Mapa inicial del déficit del campo visual y de las lesiones.
En este ensayo clínico de prueba de concepto, controlado con placebo y doble ciego, la primera autora, Estelle Raffin, y sus colegas demostraron que este nuevo enfoque puede mejorar significativamente la recuperación de las funciones visuales en pacientes con accidente cerebrovascular, incluso en aquellos con deficiencias visuales de larga duración.
"Este es uno de nuestros proyectos clínicos más prometedores, en el que aplicamos una innovadora estrategia de tratamiento basada en la estimulación cerebral bifocal no invasiva coordinada del sistema visual, inspirada en el funcionamiento fisiológico del cerebro, para mejorar las funciones visuales en pacientes con hemianopsia tras un ictus. Además, determinamos factores asociados a la respuesta al tratamiento, posibles biomarcadores para la estratificación de pacientes", ha afirmado Hummel en un comunicado.
16 pacientes
En el ensayo participaron 16 pacientes con hemianopsia que habían sufrido un ictus. Los participantes se entrenaron en una tarea de detección de movimiento diseñada para estimular el borde de su campo ciego. Simultáneamente, recibieron un tipo de estimulación cerebral denominada estimulación transcraneal por corriente alterna de frecuencia cruzada (cf-tACS), que utiliza corrientes eléctricas de baja intensidad para modular las oscilaciones cerebrales, reorquestarlas y mejorar las funciones cognitivas.
En este estudio, se utilizó la estimulación transcraneal por corriente alterna (cf-tACS) para sincronizar las oscilaciones cerebrales entre la corteza visual primaria y el área mediotemporal. Los investigadores aplicaron señales eléctricas a diferentes frecuencias a estas dos áreas, imitando así el patrón de comunicación natural del cerebro.
En concreto, utilizaron una técnica conocida como cf-tACS de patrón directo, que administra ondas alfa de baja frecuencia a la corteza visual primaria y ondas gamma de alta frecuencia al área sensible al movimiento. Este enfoque reproduce el flujo de información ascendente típico del cerebro durante el procesamiento visual, lo que ayuda a restablecer la comunicación interrumpida tras un ictus.
Percepción del movimiento
Los pacientes que recibieron la estimulación transcraneal por corriente alterna (cf-tACS) con patrón directo mostraron mejoras significativamente mayores en la percepción del movimiento que aquellos que recibieron el control con patrón inverso. Los pacientes experimentaron expansiones mensurables en sus campos visuales, particularmente en las áreas estimuladas durante el entrenamiento. Algunos, incluso, reportaron mejoras en la vida real; por ejemplo, uno de ellos pudo ver el brazo derecho de su esposa cuando ella conducía, sentado en el asiento del copiloto , algo imposible antes del tratamiento con cf-tACS.
Los datos de neuroimagen y electroencefalografía confirmaron que el tratamiento restableció la comunicación entre la corteza visual primaria y el área mediotemporal. La electroencefalografía reveló una mejor sincronización entre estas regiones, y las exploraciones cerebrales confirmaron un aumento de la actividad en el área mediotemporal tras la estimulación. Las mejoras más significativas se observaron en pacientes cuyas vías entre la corteza visual y el área mediotemporal aún estaban parcialmente intactas, lo que sugiere que incluso la preservación parcial de estos circuitos puede favorecer la recuperación.
Este estudio demuestra que la estimulación sincronizada, inspirada en la fisiología, de circuitos cerebrales específicos puede potenciar los efectos del entrenamiento visual. De confirmarse en ensayos clínicos más amplios, este método podría ofrecer una terapia más rápida y accesible para quienes han sufrido un ictus y padecen hemianopsia.



