
Los gatos con demencia comparten características de los humanos con alzhéimer
Los científicos creen que estas similitudes podrían contribuir al desarrollo de futuras terapias

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Aunque, seguramente, no todos hayan oído hablar de él existe. El síndrome de disfunción cognitiva felina (SDC; también conocido como demencia felina) es un trastorno clínico observado en gatos mayores que es similar a la demencia humana. El SDC se caracteriza por cambios de comportamiento, incluyendo aumento de la vocalización (especialmente por la noche), interacciones sociales alteradas (particularmente mayor deseo de consuelo y atención del dueño), cambios en el ciclo sueño-vigilia, ensuciamiento de la casa, desorientación, alteraciones de la actividad, ansiedad y déficits de aprendizaje o memoria.
En la práctica, es probable que el SDC felino sea a menudo no reconocido o subdiagnosticado tanto por los dueños como por los veterinarios. De hecho, un estudio encontró que el 28% de los gatos de 11 a 14 años exhibieron al menos un signo clínico de SDC, y este aumento al 50% de los mayores de 15 años. Y si este artículo habla de gatos es porque los afectados por demencia tienen cambios cerebrales similares a los de las personas con enfermedad de Alzheimer, lo que ofrece un modelo valioso para estudiar la enfermedad en humanos, según un nuevo trabajo publicado en European Journal of Neuroscience.
Depósitos de beta amiloide
Los depósitos de beta amiloide en gatos son a menudo menos maduros y más difusos que las placas de núcleo denso observadas en la EA humana. En cambio, estas placas difusas se asemejan más a la patología de beta amiloide encontrada en los cerebros de humanos sanos y ancianos, como se demuestra en un trabajo de Journal Small Animal Practice. Asimismo, los hallazgos en la EA humana, el grado de patología amiloide se correlaciona pobremente con cambios conductuales y cognitivos en pacientes con SCD. Se suma a ello que una investigación de Frontiers Aging encontró un aumento significativo en la patología de beta amiloide en gatos con dmencia en comparación con controles de la misma edad .
¿Es la patología de beta amiloide simplemente un hallazgo casual relacionado con la edad o contribuye activamente a la neurodegeneración y los signos observados en el SCD felino? Determinar si la beta amiloide ejerce un efecto patogénico en el cerebro felino es cada vez más relevante, en particular a medida que los anticuerpos monoclonales dirigidos a la beta amiloide, que han demostrado un éxito modesto en la desaceleración del deterioro cognitivo en personas, están siendo aprobados para el tratamiento de la EA en todo el mundo De ahí la relevancia del nuevo estudio al que hemos hecho mención al inicio de este artículo.
Los nuevos hallazgos
Los científicos del nuevo trabajo han descubierto una acumulación de la proteína tóxica beta amiloide en los cerebros de gatos con esta afección, una de las características definitorias de la enfermedad de Alzheimer. Los hallazgos ofrecen una imagen más clara de cómo la beta amiloide puede conducir a disfunción cerebral y pérdida de memoria relacionadas con la edad en los gatos, dicen los expertos.
Los investigadores de la Universidad de Edimburgo (Escocia) examinaron los cerebros de 25 gatos de diferentes edades después de su fallecimiento, incluidos aquellos con signos de demencia. Potentes imágenes de microscopía revelaron una acumulación de beta amiloide dentro de las sinapsis (conexiones entre las células cerebrales) de gatos mayores y gatos con demencia.
Las sinapsis permiten el flujo de mensajes entre las neuronas y son vitales para el buen funcionamiento del cerebro. Su pérdida predice con fuerza una disminución de la memoria y la capacidad de razonamiento en personas con alzhéimer.

El equipo de investigación también halló evidencia de que los astrocitos y la microglía (células de soporte del cerebro) engulleron o "devoraron" las sinapsis afectadas. Este proceso, denominado poda sináptica, es importante durante el desarrollo cerebral, pero puede contribuir a la pérdida de sinapsis en casos de demencia.
Los expertos dicen que los hallazgos no sólo ayudarán a comprender y controlar la demencia en los gatos sino que, dadas sus similitudes, también podrían contribuir al desarrollo de futuros tratamientos para personas con enfermedad de Alzheimer.
Las opiniones
Los científicos que han estudiado la enfermedad de Alzheimer en el pasado se han basado en gran medida en modelos de roedores modificados genéticamente. Los roedores no desarrollan demencia de forma natural, y el estudio de gatos con demencia tiene el potencial de impulsar el conocimiento y ayudar a desarrollar tratamientos tanto para gatos como para personas, según los expertos.
El Dr. Robert McGeachan, director del estudio de la Real Escuela Dick de Estudios Veterinarios de la Universidad de Edimburgo, ha destacado en un comunicado: "La demencia es una enfermedad devastadora, ya sea que afecte a humanos, gatos o perros. Nuestros hallazgos resaltan las sorprendentes similitudes entre la demencia felina y la enfermedad de Alzheimer en personas. Esto abre la puerta a explorar si nuevos tratamientos prometedores para la enfermedad de Alzheimer en humanos también podrían ayudar a nuestras mascotas mayores. Dado que los gatos desarrollan de forma natural estos cambios cerebrales, también podrían ofrecer un modelo más preciso de la enfermedad que los animales de laboratorio tradicionales, lo que en última instancia beneficiaría tanto a la especie como a sus cuidadores".
La profesora Danièlle Gunn-Moore, catedrática de Medicina Felina en la Real Escuela Dick de Estudios Veterinarios, ha recalcado: "La demencia felina es muy angustiante tanto para el gato como para su persona. Mediante estudios como este, comprenderemos la mejor manera de tratarla. Esto será maravilloso para los gatos, sus dueños, las personas con alzhéimer y sus seres queridos. La demencia felina es el modelo natural perfecto para el alzhéimer; todos se benefician".