
¿Se puede revocar un poder notarial?
Este documento autoriza a una persona para que actúe en nombre de otra

El poder notarial es un documento legal mediante el cual una persona (poderdante) autoriza a otra (apoderado) para que actúe en su nombre en diversos actos jurídicos, como la compra o venta de bienes, trámites bancarios o gestiones ante instituciones. Esta herramienta es común cuando se requiere delegar funciones por razones de distancia, salud o confianza. Pero, ¿qué ocurre si el poderdante desea dejar sin efecto esa autorización? La buena noticia es que sí se puede revocar un poder notarial.
La revocación consiste en anular formalmente el poder otorgado, impidiendo que el apoderado siga actuando en representación del otorgante. Para hacerlo, se debe realizar una escritura pública de revocación ante un notario, quien dejará constancia de que el poder ya no tiene validez.
Una vez hecha la revocación, es fundamental notificar al apoderado para que tenga conocimiento de la decisión. Además, si el poder se utilizaba para trámites ante terceros, como bancos o registros públicos, también será necesario informar a estas entidades para evitar que se sigan aceptando actos realizados en su nombre.

En algunos casos, si el poder notarial fue inscrito en un registro público, como el Registro de la Propiedad o el Registro de Poderes, también se deberá registrar la revocación para que tenga efectos frente a terceros.
No obstante, existen excepciones importantes. Algunos poderes se consideran irrevocables, especialmente cuando el apoderado tiene un interés legítimo o económico en el asunto. En esos casos, la revocación unilateral puede no ser válida, y se recomienda consultar con un abogado para evaluar las opciones legales.
En resumen, revocar un poder notarial es un derecho del poderdante, pero debe hacerse cumpliendo los requisitos legales para evitar que el apoderado continúe actuando en su nombre. La asesoría notarial o jurídica es clave para garantizar que el proceso se realice de forma correcta y efectiva.