Estos son los principales motivos por los que podrían retirarte la pensión no contributiva
Esta prestación puede ser de jubilación o de invalidez
La pensión no contributiva es una ayuda fundamental para las personas que no han cotizado lo suficiente a la Seguridad Social, pero que se encuentran en situación de necesidad económica. Sin embargo, su concesión no garantiza que vaya a mantenerse de manera indefinida.
Esta prestación puede ser de jubilación (a partir de los 65 años) o de invalidez (para personas con discapacidad igual o superior al 65%). El objetivo es asegurar unos ingresos mínimos a quienes carecen de recursos suficientes, siempre que cumplan los requisitos de residencia legal en España y niveles de renta inferiores a los límites establecidos cada año.
Existen varias circunstancias en las que la administración puede suspender o retirar esta prestación:
1. Superar los límites de ingresos establecidos
La causa más habitual de suspensión o retirada es que el beneficiario —o las personas con las que convive— superen el límite de ingresos fijado anualmente por la Seguridad Social. Estos límites se actualizan cada ejercicio y varían según el número de convivientes y sus relaciones familiares. Si los ingresos totales de la unidad de convivencia rebasan la cantidad permitida, la pensión puede reducirse, suspenderse o extinguirse.
2. No presentar la declaración anual de ingresos
Cada año, los beneficiarios deben acreditar sus ingresos y los de su unidad de convivencia mediante una declaración económica. Si no se presenta en el plazo correspondiente o se aportan datos incompletos, la administración puede suspender el pago de la pensión hasta que se regularice la situación, o incluso retirarla de forma definitiva si el incumplimiento persiste.
3. No comunicar cambios en la situación personal o familiar

Es obligatorio informar de cualquier cambio relevante, como un nuevo domicilio, un matrimonio, el nacimiento o fallecimiento de un conviviente, o el inicio de una actividad laboral. Cualquier modificación que afecte a los requisitos económicos o de convivencia debe notificarse de inmediato. No hacerlo puede suponer la pérdida del derecho a seguir percibiendo la pensión.
4. Mejorar la situación económica o laboral
Si el beneficiario comienza a trabajar o empieza a recibir otros ingresos que elevan su nivel económico por encima del umbral permitido, la pensión puede extinguirse. La Seguridad Social revisa periódicamente los datos de rentas y cruza información con la Agencia Tributaria, por lo que cualquier mejora económica no comunicada puede dar lugar a la devolución de las cantidades cobradas indebidamente.
5. No residir de forma continuada en España
Uno de los requisitos fundamentales para mantener la pensión es residir habitualmente en territorio español. Si el beneficiario se traslada al extranjero por periodos prolongados sin autorización o sin comunicarlo, la pensión puede suspenderse o darse por extinguida.
Cómo evitar perder la pensión
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Presenta la declaración anual de ingresos dentro del plazo oficial.
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Comunica siempre cualquier cambio en tu situación económica, familiar o de residencia.
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Antes de iniciar una actividad laboral o recibir nuevos ingresos, consulta con la Seguridad Social cómo afectará a tu pensión.
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Conserva la documentación que justifique tu situación económica y personal, por si se te requiere en una revisión.


