Ruth Macarrón
Al aire libre
¿Es posible visitar el Faro de Moncloa? Te contamos cómo hacerlo
Sus vistas privilegiadas todavía son desconocidas incluso para muchos madrileños
Proporciona, sin duda, una de las vistas panorámicas más impresionantes de la ciudad. Aunque en su corta existencia de vida (se levantó a principios de los años noventa) ha tenido más de un percance, en la actualidad se permite la subida a su mirador previo pago de una pequeña entrada. Gestionado por el Ayuntamiento de Madrid, el Faro de Moncloa es aún un gran desconocido para muchos madrileños. Te contamos cómo puedes visitarlo.
El Faro de Moncloa
La Torre de Iluminación y Comunicaciones del Ayuntamiento de Madrid, más conocida como Faro de Moncloa, está situada en la Ciudad Universitaria. Originalmente pensada como una torre de iluminación, se edificó en el año 1992, cuando Madrid fue designada Capital Europea de la Cultura. Construida por el arquitecto Salvador Pérez Arroyo (autor de otros emblemáticos edificios de la capital como El Planetario o el Auditorio de la Casa de Campo), se enfrentó con numerosos problemas estructurales casi desde que fue edificada.
Sus 110 m. de altura la convierten en uno de los edificios más altos de Madrid, y su posición privilegiada permite que a través de las enormes cristaleras de su mirador, con forma de media luna, se puedan disfrutar de sus vistas que abarcan hasta la Sierra de Guadarrama. Del otro lado, Las Cuatro torres, la Gran Vía, el Palacio Real o la Catedral de la Almudena son algunos de los edificios que podemos identificar desde sus ventanas.
La visita
Abierto de martes a domingo (de 9:30 a 20:00 h., siendo las 19:30 la hora límite para el acceso), es necesario comprar un tíquet en taquilla o a través de su página web. Por sus dimensiones, el aforo está limitado, y las entradas están asignadas a una hora fija, a partir de la cual tienes hasta treinta minutos para realizar tu visita. La entrada general tiene un precio de 3 euros, pero como en otros museos de la capital los mayores de 65 años solo pagan la mitad.
El acceso al mirador se produce a través de dos ascensores acristalados que se encuentran en el exterior del edificio, que tardan menos de un minuto en llegar a la cima, a 92 m. de altura. Una vez arriba, solo queda disfrutar de las vistas. En su reciente reforma se le ha dotado de un nuevo servicio Faro Explorer, con el que es posible observar los edificios ampliados mediante una tableta que te ayuda a identificarlos. Conviene comprobar su apertura antes de desplazarse, puesto que los días de fuerte viento o lluvia puede estar cerrado.