Al aire libre

Todo lo que debes saber para iniciarte en el mundo apasionante de la micología

Mariola Báez

Foto: Bigstock

Miércoles 30 de octubre de 2019

6 minutos

La recolección de setas es una bonita actividad, perfecta para descubrir la belleza de los bosques

Todo lo que debes saber para iniciarte en el mundo apasionante de la micología
Mariola Báez

Foto: Bigstock

Miércoles 30 de octubre de 2019

6 minutos

Las lluvias y las temperaturas suaves de los meses previos a la llegada del invierno hace que sean muchos los espacios naturales repartidos por toda la geografía española donde setas y hongos surgen tapizando el suelo de los bosques en otoño.

Salir una mañana a buscar y recoger setas es una actividad que cuenta cada vez con más aficionados y, sin duda, se trata de una práctica ideal para personas mayores que quieran disfrutar de la naturaleza, realizando un ejercicio físico moderado, aprendiendo de un entorno único y obteniendo, además, un preciado tesoro en forma de níscalos, boletus, champiñones o setas de cardo del que dar cuenta en deliciosas recetas culinarias.

recolección setas

¿Por dónde empezar?

El sentido común impone una norma básica: si no se conoce una seta, mejor dejarla donde está. Coger un hongo, que no debes comer ante la mínima duda sobre su posible toxicidad, no tiene sentido, porque lo único que se consigue es causar un daño innecesario al ecosistema. Si te apetece iniciarte en la micología es esencial realizar algún curso o participar en alguna jornada donde expertos en el tema te aporten los conocimientos mínimos para que tu salida al monte sea tan entretenida como segura. Ayuntamientos, centros micológicos y asociaciones ofrecen esta formación básica en jornadas de lo más entretenidas, en las que se combina la información teórica con la práctica. Como ejemplo, la Sociedad Micológica de Madrid organiza distintos cursos, de 2 a 4 días de duración, durante todo el mes de noviembre, en los que adquirir conocimientos muy variados, desde la biología básica de una seta, hasta las claves para diferenciar aquellas que pueden ser venenosas.

También los centros micológicos ofrecen multitud de actividades, cursos, talleres, jornadas con salidas al bosque...  acercando así el mundo de los hongos a cualquier aficionado. El Centro de Rabanales de Aliste en Zamora, el de Navelo, en Soria (@sorianitelaimag) o el centro andaluz de micología “La Trufa”, en Priego de Cordoba (@turismodepriego)… si quieres apuntarte al cada vez más demandado turismo micológico, estos centros son un buen punto de partida para conocer el entorno natural de la localidad que visites, y, en concreto, para saber algo más sobre qué setas vas a encontrar en tu paseo por la zona.

setas

¿Qué permisos necesitas para recolectar setas?

El respeto al medio natural es una máxima en la práctica de cualquier actividad que pueda alterar un ecosistema. Depende del fin que persigas a la hora de salir a coger setas, puede que necesites determinados permisos, cuya solicitud exigen las distintas comunidades autónomas con el objetivo de preservar el rico, pero frágil, entorno que es un monte o un bosque. Apuntarse a alguna de las rutas micológicas que organizan asociaciones o ayuntamientos como parte de sus actividades, no requiere permiso o licencia alguna, pero otra cosa es que quieras ir por tu cuenta a algún monte o área boscosa donde esta actividad esté regulada. En este caso, deberás solicitar un permiso específico que te autorice a la recolección.

Generalmente, se conceden por uno o dos días y establecen un número de kilos de setas por persona y día. También hay diferencias en entre los permisos que se conceden a los vecinos de una zona determinada y aquellos que se otorgan a los “turistas”. Para obtenerlos deberás dirigirte al organismo competente en cada caso. Por ejemplo, en Castilla y León la gestión de los recursos micológicos se realiza a través del Programa de Micología de Castilla y León (@micocyl), que otorga las autorizaciones a través de su web. También es posible solicitarlas directamente en alojamientos y casas rurales autorizadas para este fin. En otros casos, son las consejerías de Agricultura o Medio Ambiente  de cada comunidad las responsables de dar la autorización, e incluso también pueden encargarse los distintos ayuntamientos. Cuando se trata de montes regulados puede ser necesaria una autorización expedida por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales (@mitecogob).

Por último, algunos parques micológicos, con rutas establecidas, donde es posible la recolección, pueden otorgar directamente los permisos necesarios a las personas que los visiten. Es el caso, por ejemplo, del bonito Parque Micológico de Ultzama, en el valle del mismo nombre, situado a unos 25 kilómetros de Pamplona. Si te apetece visitarlo, puedes solicitar la autorización online.

recoger setas

Buenas prácticas

Por suerte, cada vez hay una mayor conciencia de la necesidad de respetar el medio natural disfrutando al mismo tiempo de la diversidad de opciones que nos ofrece. En este sentido. los organismo responsables insisten en la importancia de realizar la recolección de setas de manera responsable, siguiendo algunas sencillas pautas como:

  • Setas y hongos son organismos vivos y su recolección requiere cuidado. Nunca utilices hoces, palas o rastrillos a la hora de cogerlas, porque podrías estropearlas y además causarías un grave daño a la vida natural que crece a su alrededor.
  • Las setas deben cogerse enteras y cuando tengan un buen tamaño (sean “adultas”). La manera correcta de hacerlo es cortándolas por su base, a ras de suelo, con ayuda de un cuchillo o navaja. Nunca deben arrancarse.
  • Hay que limpiarlas en el lugar de recogida por dos motivos: para que lleguen a casa en las mejores condiciones y para que en ese proceso de limpieza suelten sus esporas contribuyendo así a la recuperación del propio setal. Por la misma razón, el lugar idóneo para guardarlas y trasladarlas es una cesta (no bolsa de plástico).
  • Respeto absoluto a las setas, incluso a aquellas más “feas”, deterioradas o venenosas. Están ahí por algo y cumplen su función en el entorno natural. Si no las vas a comer, déjalas.
  • Lo más importante por tu seguridad: ante la mínima duda sobre posible toxicidad, nunca arriesgues. Una seta venenosa puede ser realmente peligrosa.

Sobre el autor:

Mariola Báez

… saber más sobre el autor