Teresa Rey
Al aire libre
Pelegrina y la hoz del Río Dulce, el rincón que descubrió Félix Rodríguez de la Fuente
Este pueblo en la pedanía de Sigüenza destaca por el barranco del río Dulce y su colonia de buitres
Pelegrina es una pequeña población situada en lo alto de un cerro. Su castillo es lo primero que destaca al acercarse por la carretera que conduce hasta sus pies. Pertenece a la pedanía de Sigüenza (Guadalajara) y a pesar de ser un pequeño enclave, su privilegiada situación, en el Parque Natural del Barranco del Día Dulce, permite a los senderistas realizar diversas rutas para conocer en profundidad el entorno.
Castillo e iglesia
La singularidad de este paraje fue descubierta por Félix Rodríguez de la Fuente que dio a conocer la colonia de buitres que residen en la zona en algunos de los episodios de El hombre y la tierra. A dos y medio kilómetros del pueblo hay una placa conmemorativa en un mirador donde se rinde homenaje a este amante de la naturaleza.
El castillo roquero de Pelegrina es lo primero en lo que se detiene la vista del viajero curioso. Data de los siglos XII y XII, y se levantó con piedra silla. Llama la atención los distintos torreones cilíndricos que lo configuran. Como toda fortaleza, sufrió la devastación de varios conflictos hasta que en el siglo XIX lo destruyeron las fuerzas napoleónicas, quedando las ruinas que hoy se aprecian en las alturas del cerro donde erigió.
Es de especial interés además de este edifico pasear por las calles medievales del pueblo, y la iglesia románica del siglo XII que se ubica en el centro del pueblo.
Descubriendo la hoz
De Pelegrina parten varias rutas, pero la más transitada por el paisaje que ofrece a su camino es la que recorre la hoz que pertenece al barranco del Río Dulce. Parte del mismo pueblo y no entraña mucha dificultad. Es una ruta circular de cuatro kilómetro ida y vuelta. El camino discurre casi todo el tiempo a la vera del río Dulce. Al principio la zona es amplia y se puede aprovechar para hacer un alto en el camino para tomar algo o incluso comer.
A medida que se avanza se aprecian distintas formaciones rocosas en donde anidan los famosos buitres que Rodríguez de la Fuente filmó, y algunas águilas. Siguiendo todo recto se verá también la caseta donde el naturalista guardaba todo el material para las grabaciones.
Después hay que cruzar el río y enseguida se observa el llamado Barranco del Gollorio, de donde sale una cascada a la que se puede acceder, aunque el ascenso es complicado y dificultoso. A continuación el camino de vuelta se hace por el otro lado del río siguiendo las indicaciones.