Uno de los lugares más visitados de Asturias son los Lagos de Covadonga, situados a unos 14 kilómetros del famoso Santuario donde se apareció la virgen y Don Pelayo venció al ejército musulmán.
Tal afluencia de visitantes puede provocar que tu visita no sea todo lo agradable que desees a pesar de presenciar parajes de indudable belleza. Así pues, deberás tener en cuenta unos consejos que te ayudarán a pasar una jornada inolvidable.
Pero antes de nada, si nunca has estado en los Lagos de Covadonga y solo los has visto por la televisión o en alguna de las retransmisiones de la Vuelta Ciclista a España, te contamos cuáles son sus principales atractivos.
Si acudes a los Lagos de Covadonga en cualquier fecha que no sea temporada alta, podrás acceder con tu vehículo particular, aunque si no te gustan las carreteras sinuosas, lo mejor es que lo dejes en Cangas de Onís o en Covadonga y que optes por el transporte público. Si te decides a conducir, arriba hay plazas de aparcamiento para estacionarlo. Y desde ellas lo mejor es seguir el itinerario marcado para realizar la visita de todo lo anteriormente expuesto.
En cambio, si vas en temporada alta (meses de verano y principales fiestas), debes saber que el acceso a la carretera que asciende desde el santuario hasta los lagos está cerrado desde las 8:30 hasta las 21:00 horas. Para la visita deberás optar por un autobús o por los taxis que tienen permitida la ascensión. Por lo tanto, lo mejor es que planees tu visita con antelación para saber a qué hora quieres coger el transporte.
Por otro lado, infórmate bien de las condiciones climáticas. No importa que en Cangas de Onís o en Covadonga esté soleado, pues en los lagos puedes encontrarte una cerrada niebla con la que no veas nada. Y viceversa, puede estar orbayando en Cangas y que en los lagos haga buen tiempo. En este sentido, para disfrutar del paisaje no importará que llueva (siempre que no sea tormenta o caiga un chaparrón), aunque con niebla sí que puede no merecer la pena la visita.
Finalmente, lleva ropa cómoda para caminar por la zona que rodea a los lagos y opta por calzado de montaña. Asimismo, nunca está de más echar una chubasquero o una capa impermeable por si acaso.