Los problemas de salud y las enfermedades que aparecen con la edad a menudo son un tema tabú. La pérdida de memoria, de capacidad físicas y cognitivas que la persona empieza a notar pueden provocar en ella cierta impotencia al ser consciente de que no puede hacer nada para evitarlo.
El papel de los familiares en este tipo de situaciones es muy importante, y a menudo se deja en un segundo plano para centrarse en el bienestar de su padre o madre. Pero, ¿qué ocurre cuando tu progenitor te dice que no puede más? ¿Cómo hay que actuar?
De esto habla Todo ha ido bien,la nueva película de François Ozon que se estrena este viernes 28 de enero, basada en la novela de Emmanuèle Bernheim, donde la autora cuenta en primera persona cómo su hermana y ella ayudaron a morir a su padre.
"Quiero que me ayudes a acabar con esto" le dice André a Emmanuèle tras sufrir un accidente cerebrovascular a los 84 años. Una petición que pilla por sorpresa a una hija, que no se esperaba que la reacción de su padre al sobrevivir fuera querer morir.
Ozon lleva a la gran pantalla la historia de su amiga, que lejos de ser un drama, se limita a retratar la realidad de una hija que quiere cumplir la voluntad de su padre, a pesar de no estar de acuerdo, y querer que éste se aferre a la vida.
El papel de Emmanuèle
Pero el derecho a morir dignamente en un país donde ni la eutanasia ni el suicidio asistido es legal, complicarán los deseos de André, un hombre de carácter peculiar, que no ha sido un buen padre con sus hijas, a las que sigue sin tratar todo lo bien que debería.
André Dussollier se mete en la piel de este personaje de ideas claras, al que no se le puede decir que 'no' y que lejos de transmitir pena, consigue que el público entienda por qué quiere morir, al mismo tiempo que lo acompaña en sus últimas veces como el concierto de su nieto, o la última cena con su hija favorita y su yerno.
Por otro lado, Ozon centra su mirada en Emmanuèle, interpretada por la actriz Sophie Marceau, con la que el público más empatizará, ya que sobre ella recae la responsabilidad de lograr el deseo de su padre, mientras ella misma se hace a la idea de lo que va a suceder, a pesar de estar llena de dudas y miedo.
El largometraje es una especie de comedia negra donde Ozon consigue que el personaje de André haga reír al público, al mismo tiempo que lo hace reflexionar sobre por qué un hombre decide que quiere morir al ser consciente de que no volverá a vivir como lo hacía antes, a pesar de tener una familia que no quiere que se muera.
Todo ha ido bien se limita a contar lo que tiene que hacer una familia que vive en un país donde no existe ninguna ley que permite a las personas como André decidir cuándo morir, y lo que esto supone para sus familiares y amigos más cercanos.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.