Gastronomía

¿Cómo hacer una bechamel (fácilmente) y que no te queden grumos?

Rosa Roch

Foto: BigStock

Martes 19 de mayo de 2020

ACTUALIZADO : Martes 19 de mayo de 2020 a las 10:28 H

3 minutos

Un truco para evitar los grumos en la bechamel

¿Cómo hacer una bechamel (fácilmente) y que no te queden grumos?
Rosa Roch

Foto: BigStock

Martes 19 de mayo de 2020

3 minutos

Si tienes pensado cocinar un plato que como salsa lleve una bechamel, seguro que ya estás cruzando los dedos para que no te queden grumosa e incluso, en alguna ocasión habrás dejado de hacer ese plato porque no te apetecía lidiar con esos fastidiosos grumos.

La bechamel es una salsa muy recurrida en España para preparar platos que van gratinados como pueden ser unos canelones y lasaña; verduras gratinadas como la coliflor y los puerros; masa para las croquetas y los pimientos del piquillo; unos huevos florentina o unos mejillones tigres. La lista de recetas que se pueden preparar es muy extensa.

Se elabora mezclando harina, mantequilla y leche, pero el proceso de elaboración tiene unos pasos bien definidos para evitar la formación de los molestos grumos que pueden echar a perder nuestra elaboración.

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Para hacer la bechamel y evitar que se formen grumos, en una sartén o cazo rehogaremos la harina y la mantequilla. Cuando la mantequilla se haya derretido y la harina esté bien impregnada, empezaremos a echar la leche, muy despacio y sin dejar de remover, para que la harina la vaya absorbiendo hasta que quede completamente diluida. Es importante que la leche esté fría, así evitaremos la formación de los grumos, aunque el tiempo de cocción será mayor. A continuación, echaremos el resto de la leche, también despacio y sin dejar de remover.

En el caso de que se forme algún grumo, no tires la salsa ni te pelees con cada uno de ellos intentando aplastarlo, simplemente pon la mezcla en el túrmix y bátela durante dos minutos con un poco más de leche. Ponemos de nuevo la mezcla, que ya ha cogido textura, en el cazo, añadimos más leche y seguimos cocinándola hasta que alcance la textura deseada, según el plato para la que la estamos preparando: más espesa para las croquetas y más ligera para gratinar.

 

Cantidades para las diferentes texturas de bechamel:

 

Bechamel normal

  • 50 g mantequilla
  • 50 g harina
  • 600 ml de leche (temperatura ambiente)
  • Sal y pimienta
  • Una pizca de nuez moscada (opcional)

 

Bechamel para croquetas

  • 50 g mantequilla
  • 60 g harina
  • 600 ml de leche (temperatura ambiente)
  • Sal
  • Pimienta
  • Una pizca de nuez moscada (opcional)

 

Bechamel ligera

  • 50 g mantequilla
  • 40 g harina
  • 550 ml de leche (temperatura ambiente)
  • Sal y pimienta
  • Una pizca de nuez moscada (opcional)

 

Bechamel espesa

  • 50 g mantequilla
  • 50 g harina
  • 500 ml de leche (temperatura ambiente)
  • Sal
  • Pimienta
  • Una pizca de nuez moscada (opcional)

Sobre el autor:

Rosa Roch

Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.

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