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Los insectos son nutritivos, baratos y fáciles de criar. ¿Los incluirías en tu dieta?

Teresa Rey

Martes 9 de abril de 2019

ACTUALIZADO : Lunes 19 de julio de 2021 a las 16:26 H

3 minutos

Isaac Petràs, experto en este alimento tan natural en otros países, explica cuáles son sus ventajas

Nutritivos, baratos y fáciles de criar, así son los insectos los incluirías en tu dieta (Ed. Planeta Gastro)
Teresa Rey

Martes 9 de abril de 2019

3 minutos

Los insectos nos aportan proteínas, vitaminas, fibra y minerales. También son baratos, fáciles y rápidos de criar, además de ser respetuosos con el medio ambiente. Isaac Petràs lo explica en Comer Insectos (Ed. Planeta Gastro), donde también nos recuerda que este manjar que ahora ya empieza a ser más conocido en Occidente es habitual en más del 80% de los países del mundo. En Tailandia, México, China o Japón, es un alimento habitual de su dieta vendiéndose en la calle con total normalidad y disfrutando de ellos como nosotros lo podemos hacer de percebes, caracoles, conejo o cualquier otro alimento.

¿Por qué comer insectos?

Este emprendedor estuvo al frente de una tienda de insectos del Mercat de la Boqueria, entre 2003 y 2008, cuando todavía dichos productos “exóticos” no eran tan populares fuera de sus regiones. Ahora, los vuelos low cost han propiciado que esta costumbre sea más conocida, y la tienda volvió a abrir en enero de 2018, aunque esta vez bajo la dirección de su hermano Xavier Petràs. No obstante, el autor ha querido acercar a todos los interesados lo que supondría incorporar los insectos en nuestros hábitos alimentarios a través de este libro.

Uno de los aspectos que destaca, aparte de sus bondades nutricionales, son los beneficios medioambientales que supone su consumo, en concreto para reducir la contaminación y combatir el cambio climático. Por eso se refiere a los datos que se manejan en términos de producción de carne, por ejemplo, ya que el 80% de las tierras que se destinan a la agricultura lo son para la producción de ganado, mientras que la carne apenas supone el 18% de las calorías que ingerimos. También recuerda que desde hace un tiempo se ha avisado de la necesidad de reducir las emisiones de gases de efectos invernadero y de fertilizantes compuestos de nitratos.

¿Qué supondría, por tanto, la introducción de insectos en la alimentación? Además de incorporar proteínas de alto valor biológico a los consumidores, un ahorro importante de recursos. Esto se demuestra con los datos. Si una vaca requiere de 8 kilos de pienso para producir 1 kilo de carne propia, los insectos solo necesitan 2 kilos de pienso para generar la misma cantidad de carne. Mientras que una vaca toma 22.000 litros de agua a un insecto le vale con menos de un litro.

Además, apunta que hay muchas personas en el planeta que no tienen acceso al consumo de carne, pescado o huevos. La Organización de Naciones Unidas insta, de hecho, a comer insectos para ayudar a combatir el hambre en el mundo y reducir la huella de carbono.

¿A qué saben?

Estas son algunas razones que esgrime Petràs en su libro para incorporar insectos en nuestra alimentación. Ahora bien, las personas que no los han probado nunca tienen una gran pregunta: ¿a qué saben? Realmente la respuesta está en cada uno, la mejor manera de comprobarlo es probarlos, porque el autor asegura que de cada persona ha recibido respuestas muy dispares. Aun así, nos da algunas pistas y asegura que “las hormigas culonas tienen un punto cítrico sensacional, mientras que el escorpión nos deja un retrogusto a fruto seco y la tarántula tiene un sabor cárnico más potente”.

Con los insectos se pueden hacer recetas inimaginables y algunas de ellas se recogen en esta obra gracias a las sugerencias de Eva Hausmann, experta en la materia. Así, nos encontramos con suculentos Tacos de saltamontes, Pizza vegetal y chimichurri de insectos, postres como el Chocoscorpion o cócteles y bebidas como el Margarita al dúo de larvas.

Sobre el autor:

Teresa Rey

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