Teresa Rey
Libros
El periodista Trent Dalton conmueve con ‘El chico que se comió el universo’
El escritor australiano ha conquistado a la crítica, que tilda la novela de maravillosa y entrañable
Trent Dalton (@TrentDalton) es un periodista australiano, muy conocido en su país, que trabaja para The Weekend Australian Magazine. Hasta ahora, aparte de dedicarse a su profesión, también había escrito guiones para cortos o algunos largos para el cine. Sin embargo, esta vez ha dado un paso más allá y se ha atrevido con una novela, El chico que se comió el universo (Ed. HarperCollins Ibérica @HarperCollinsIB), que ha sido todo un éxito en Australia, donde se ha convertido en el libro del año, y que además se va a publicar en 20 países.
El ambiente
El periodista ha conseguido contar una historia entrañable que fusiona momentos desgarradores con situaciones a la par divertidas y alegres, dándole un toque de comedia. El protagonista es Eli Bell, un chico de doce años que vive en un suburbio de la ciudad de Brisbane (Australia), en el año 1985. En esta etapa tan concreta de la vida, el niño intenta averiguar qué es ser un hombre bueno. Sin embargo, sus referentes no son nada aconsejables para hallar dicho camino.
Su padre biológico está desaparecido, su hermano es mudo, su madre es drogadicta, su padrastro se dedica al tráfico de heroína y el canguro es un delincuente. Pero, de pronto, todo empieza a cambiar: conocerá al padre que no recordaba, intentará rescatar a su madre de la cárcel y, al final, tendrá que enfrentarse a los criminales que le han destrozado la vida. Y en medio de esta ajetreada agenda encontrará a la chica de sus sueños.
Realidad y risas
La trama ya de por sí es cuanto menos entretenida, pero realmente el encanto de esta novela va más allá del mundo complejo en el que se desarrolla. Es una obra llena de sentimientos, con momentos en los que el corazón se quiebra y otros en los que la risa te hará olvidar los pasajes más lúgubres.
En general, estas son las principales impresiones que ha recogido la crítica y la mayoría de ellas coinciden en esta visión. El protagonista ofrece sus impresiones desde la perspectiva joven que le caracteriza, de modo que a veces consigue sacar lo “mejor posible de lo peor de lo peor, ahí radica el milagro de que esta novela sea maravillosa”, según ha sentenciado The Washington Post.