Verónica Mollejo
Viajes
Lugares que no puedes perderte si viajas este otoño a Florencia
Florencia fue la capital de Italia entre los años 1865 y 1871, durante la Unificación italiana
Para muchos turistas, Florencia es la ciudad más hermosa de toda Italia, incluso por delante de Roma, Venecia o Milán. Y no es para menos, pues se trata de un lugar mágico que fue durante muchos siglos el epicentro cultural del mundo conocido. Hogar de la Venus de Botticelli y el David de Miguel Ángel, y el mejor destino para degustar la pasta y el helado más suculentos.
Florencia es, sin duda alguna, sinónimo de belleza, arte e innovación, motivos de peso por los que en 2015 fue elegida como la Mejor Ciudad Europea. Aquellos que tengan la suerte de visitarla recientemente seguro que incluyen en su recorrido rincones indispensables como la Plaza de San Giovanni, el Monasterio de San Marcos, el Puente Vecchio o su imponente catedral.
Sin embargo, Florencia todavía esconde algunos secretos entre sus calles que merecen ser descubiertos. ¿Estás preparado para la aventura?
Jardín de los Simples
Construido en 1545 por orden de los Médici para integrar las lecciones de los estudiantes de la facultad de medicina, este hermoso oasis supone una vía de escape del bullicio de esta gran ciudad. Un espacio verde repleto de vegetación que ahora ocupa el Jardín Botánico de Florencia y que es el tercero más antiguo del mundo, solo por detrás del Jardín Botánico de Pisa y el de Padua.
Iglesia de la Santa Cruz
En el interior de esta basílica renacentista podrás encontrar la sepultura de algunos de los artistas y pensadores italianos que cambiaron el rumbo de la historia como, por ejemplo, Galileo Galilei, Miguel Ángel, Nicolás Maquiavelo o Dante. Además, se dice que fue aquí donde el escritor francés Stendhal padeció en 1817 el conjunto de síntomas que desde entonces conforman el síndrome del mismo nombre.
Palacio Pitti
En la rivera del río Arno, a unos pocos metros del célebre Puente Vecchio, se alza imponente la mansión que durante años fue la residencia oficial de los Grandes Duques de la Toscana, así como la base militar de Napoleón en el siglo XIX.
Actualmente puedes recorrer algunas de sus estancias, como los apartamentos reales, el museo de carruajes o la galería de Arte Moderno que también incluye. Aunque la auténtica joya de la corona son los Jardines de Bóboli, que cubren las espaldas del palacio.
Corredor de Vasari
Uno de los secretos mejor guardados de Florencia. Se trata de una construcción del año 1565 que en la época conectaba las oficinas de los Médici con el Palacio Pitti, que fue residencia de la familia. Sin embargo, ahora constituye una pequeña galería de arte que pone a disposición de los visitantes una valiosa colección de autorretratos, además de un peculiar recorrido por algunos de los puntos más importantes de la ciudad.
Mercadillo del Porcellino
Entre puestos de ropa y souvenirs, espera ansiosa tu llegada una pequeña y simpática escultura de bronce que simula la silueta de un jabalí. Según cuenta la leyenda, si frotas su nariz mientras sujetas una moneda y luego la dejas caer entre las rejas que hay debajo de sus pezuñas, este bonito animal te concederá un deseo. ¿A qué esperas para intentarlo?