Viajes

Ruta para mayores por los sitios más emblemáticos de Santander

Carlos Losada

Foto: Bigstock

Lunes 22 de junio de 2020

ACTUALIZADO : Lunes 22 de junio de 2020 a las 6:28 H

6 minutos

En este recorrido, la capital cántabra nos invita a disfrutar de la belleza del mar Cantábrico

Ruta para mayores por los sitios más emblemáticos de Santander
Carlos Losada

Foto: Bigstock

Lunes 22 de junio de 2020

6 minutos

Ciudad elegante donde las haya, Santander es uno de esos destinos que aportan al visitante (y al santanderino) la belleza de su enclave, la majestuosidad de sus edificios y una tranquilidad que no se encuentra en otras capitales de provincia.

Con sus más de 170.000 habitantes es una de las ciudades más importantes del Norte de España y su puerto ha sido tradicionalmente la salida al mar de Castilla. Por lo tanto, recorrer sus calles es hacerlo por la historia de nuestro país, pues en ellas encontrarás vestigios de las diferentes edades por las que ha pasado una población que probablemente se remonte a época pre-romana (por los restos encontrados). Eso sí, la primera vez que fue citada la encontramos en el año 1068, en un documento del rey Sancho II.

Santander

Constituida en un principio por dos pueblas diferentes: Puebla Vieja (en el cerro de Somorrostro) y las Atarazanas, Santander se vio azotada por epidemias de peste en la Baja Edad Media, de las que le costaría recuperarse hasta que en 1755 Fernando VI le otorgase el título de ciudad.Su puerto adquirió importancia paulatinamente y en el siglo XIX floreció el comercio, enriqueciendo a los habitantes de la villa.

A esto se añadió que se convirtió en uno de los primeros destinos turísticos de nuestro país, pues sus playas comenzaron a ser frecuentadas por la alta sociedad. Tanto es así que el rey Alfonso XIII era un asiduo a comienzos del siglo XX, un detalle que la ciudad le pagó con la construcción el bellísimo Palacio de la Magdalena, una de las paradas en el recorrido que te proponemos a continuación para conocer la ciudad y, a la vez, fortalecer tus piernas.

Comienzo de un paseo de 6 Km

Nuestro trayecto por Santander lo iniciamos en la Biblioteca y casa-museo de Menéndez Pelayo, el famoso escritor santanderino que a su muerte legó a la ciudad su biblioteca con unos 42.000 volúmenes. Fue entonces cuando el Ayuntamiento decidió construir un edificio para albergar tal colección, el cual se comenzó a construir en 1915 cerca de la casa de la familia Menéndez Pelayo, que también se puede visitar.

Parada 1 - Catedral de Santander

Tras esta visita, la primera parada no queda demasiado lejos. En este punto, hay que señalar que Santander no cuenta con grandes cuestas, con lo que el paseo propuesto, aunque no es llano, resulta bastante cómodo.

Nuestros pasos nos conducen hasta la Plaza de la Asunción donde se eleva majestuosa la catedral de la Asunción de Nuestra Señora, un robusto edificio cuya primera visión deja claro su temprano origen. Construida entre el siglo XII y el XIV sobre un antiguo monasterio, esta catedral con elementos góticos se levantó poco después de que se concediesen los fueros a la ciudad. Se caracteriza por tener dos plantas diferentes y perfectamente visibles. La superior se edificó a principios del siglo XIV y después se hizo lo propio con su bello claustro gótico.

Catedral de Santander

Parada 2 - Centro Botín y Paseo de Pereda

Después de sumergirnos en el medievo santanderino, damos un impresionante salto al futuro, pues tras cruzar los Jardines de Pereda nos topamos con el Centro Botín, situado justo al inicio de una de las calles más emblemáticas de la ciudad: el catedral de la Asunción de Nuestra Señora.

La bahía de Santander desde el Paseo de Pereda

Sobre el Centro Botín, hemos de señalar que su inauguración es muy reciente, de 2017, y que fue diseñado por el afamado arquitecto Renzo Piano. Si eres amante del arte, has de saber que cuenta con una sala de exposiciones de 2.500 metros cuadrados.

Una vez que dejamos este moderno edificio, comenzamos a recorrer el Paseo Pereda, que se extiende junto al muelle, regalándonos algunas de las más bonitas panorámicas de la bahía de Santander. Además, en él se encuentran algunos de los edificios más antiguos de la ciudad, muchos de ellos datan de los siglos XVIII y XIX, ya que esta zona se salvó de un grave incendio. Una de estas edificaciones con más solera y que más destacan es la sede central del Banco de Santander.

Sede del Banco de Santander

Parada 3 - Palacio de La Magdalena

El Paseo de Pereda finaliza en la Plaza Matías Montero, desde la que parte la calle Castelar, la cual debemos recorrer en nuestro camino hacia el Real Palacio de La Magdalena. En ella podemos ver el Puerto Deportivo y en su confluencia con la Avenida de la Reina Victoria el Palacio de Festivales de Cantabria.

Esta vía la seguiremos hasta desviarnos por la Avenida de la Magdalena, que nos conduce a la península que da nombre al famoso palacio, un edificio que, como hemos apuntado, fue construido entre 1909 y 1911 para albergar a la familia real española. Convertido en símbolo de la ciudad, este hermoso edificio tiene un estilo de lo más ecléctico y destaca no solo por su arquitectura, sino por estar enclavado en un lugar privilegiado. Por ello, en este recorrido te recomendamos que disfrutes de la naturaleza que lo rodea y de las maravillosas vistas que te ofrece de la playa del Sardinero y del islote de Mouro.

Palacio de La Magdalena en Santander

Parada 4 - Playa del Sardinero

Una vez que abandonamos la península de La Magdalena llegamos a las playas del Sardinero, ya que en realidad hay dos que se unen cuando la marea está baja. Son uno de los lugares más visitados de la ciudad, sobre todo en verano, y llevan siéndolo desde finales del siglo XIX, cuando se convirtieron en destino predilecto para la alta sociedad. De hecho, a una solían ir las clases menos pudientes, mientras que en la otra se bañaban los más adinerados.

Playa del Sardinero en Santander

Parada 5 - Gran Casino Sardinero

Nuestra última parada, 6 kilómetros después, tiene mucho que ver con ese pasado del Sardinero, ya que el Gran Casino se construyó en pleno apogeo de ese primitivo turismo, en el año 1916, sobre otro que ya se había edificado en 1870.

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Carlos Losada

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